sábado, 1 de abril de 2017

Interpretación de los planetas

INTERPRETACIÓN DE LOS PLANETAS


Desde muy antiguo los hombres sintieron curiosidad por las estrellas errantes del cielo, aquellas que se desplazaban a través del firmamento igual que el Sol y la Luna.  Desde antiguo se reconocieron cinco planetas, los que se podían observar a simple vista: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno, aunque ciertos archivos tratan a Venus y Mercurio como dos planetas distintos, dependiendo de si su posición es vespertina o matutina en el cielo.
Sin embargo, a la hora de la interpretación, en astrología los planetas clásicos son siete, considerándose como tales a las luminarias. 

A partir del Renacimiento, a la interpretación astrológica se añadieron Urano, Neptuno y Plutón.  En 2006 se crea una nueva categoría de planetas, los planetas enanos, de la cual pasa a formar Plutón y Ceres, un asteroide que también contabiliza como planeta a la hora de interpretar.  Pero aún hay otro factor, un centauro o planetoide, Quirón, que se añade tras su descubrimiento en 1972. 
Por último, hay astrólogos que también interpretan asteroides y hasta planetas hipotéticos.

En una carta natal, los planetas representan aquellos factores que varían a través del tiempo, sea dentro de la psique del individuo, del cuerpo o del entorno.  Son aquellos personajes que hay dentro de nosotros.  Representan tipos de energía que hay en la vida, y que nosotros, como seres vivos, poseemos.  Dependiendo de la energía que cada planeta simboliza realiza una función determinada en la vida en general, y en la nuestra individualmente. 

El estudio de los planetas en un horóscopo es inseparable del signo en que se encuentran, ya que esas energías nunca se encuentran en estado puro, sino matizadas por su ubicación. Las posiciones de los planetas en los signos indican nuestras capacidades y cualidades básicas, aquello que poseemos y que tenemos que poner en juego cuando nos enfrentamos a los distintos caminos de la vida. 

Todos los hombres empiezan la vida con una serie de instintos, propensiones o tendencias, representados por los planetas, pero estos se adhieren en cada individuo a determinados objetos, simbolizados por los signos.  Por ejemplo, el instinto maternal (la luna) puede desarrollarse en la propia familia, en la protección a niños huérfanos, en el cuidado de personas enfermas, el cuidado de animales, etc….

Que los mismos impulsos o instintos puedan focalizarse de distintas formas explica la infinita variedad de individualidades.

Todas las capacidades, simbolizadas por los planetas, son parciales: hay quien toca de oído pero no sabe tocar leyendo música, sabe bailar rumba pero no vals….  Cada planeta sigue caminos que corresponden a los intereses de cada individuo, y viene marcado por el signo en el que se emplaza.  Aprendemos ciertas aptitudes y prácticas más fácilmente que otras debido a que estamos innatamente capacitados para ello.
Los planetas son las motivaciones, el por qué se actúa, los signos son las actitudes, cómo se actúa.  Todos tenemos la motivación de autorrealizarnos (Sol), y para ello una persona puede actuar de forma diplomática y cortés (Libra) o de forma directa y arriesgada (Aries).
Cada vida tiene un patrón particular, la autorrealización no tienen porqué ser para todo el mundo lo mismo: uno se puede sentir realizado dedicándose al cuidado de otros (Cáncer) y otro puede sentirlo dedicándose a la enseñanza (Sagitario).

Pero además hay que circunscribir esto a un ámbito de la vida, una casa: uno puede realizarse en el trabajo (X) y otro dedicándose a su casa (VI).
Las posiciones de los planetas en las casas indican aquellos sectores de la vida a través de los cuales vamos a poner en juego y aprender a desarrollar las cualidades que poseemos en potencia, representadas por los planetas en los signos.

Los aspectos que hacen los planetas entre sí indicarán si nos resulta más fácil o más difícil  integrar las distintas tendencias y disposiciones que tenemos en nuestra personalidad y en nuestra vida.


EL SIGNIFICADO DE LOS PLANETAS

Hay tres fuentes principales de las cuales la astrología extrae el significado de sus símbolos: la mitología, la astronomía y las ciencias de la naturaleza.  La primera se nutre de relatos fantásticos que muchas veces esconden datos científicos y astronómicos, mientras que las otras dos fuentes se nutren del estudio y la observación.

La principal fuente de donde se extrae el significado de los planetas en la astrología occidental es la mitología griega, aunque a veces también se estudian dioses de otras culturas, como la mesopotámica o la hindú. 

Cada dios tiene bajo su cargo una función determinada, sabe y puede de los suyo, teniendo que pedir ayuda a los otros para determinadas labores. 

Los planetas se asocian con los dioses mayores, es decir, con los dioses Cosmogónicos, los Titanes y los Olímpicos, que los van suplantando y asimilando. Cada planeta se puede asociar a uno de los dioses Olímpicos, los cuales eran un grupo de 12 formado por Zeus y sus hermanos (Hera, Deméter, Posidón, Hades y Hestia), por Afrodita y por algunos hijos de Zeus con Hera o con otras diosas (Ares, Hefesto, Atenea, Apolo, Ártemis).  Más tarde Hermes se unió al grupo, suplantando a Hestia, y parece que a última hora Dioniso también formó parte del Panteón.

La otra fuente para extraer el simbolismo de los planetas es la astronomía, atendiendo a sus características físicas y su comportamiento durante sus ciclos.


Finalmente, los siete planetas clásicos han sido asociados a los siete metales preciosos más antiguos, así como a ciertas plantas y animales. También se ha intentado asociar los nuevos planetas con diversos tipos de elementos naturales.

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