domingo, 28 de mayo de 2017

Los aspectos en progresión

Al igual que con los aspectos en tránsito, las siguientes definiciones dan una guía para centrar la interpretación en el plano físico o psicológico, pero hay que consultar el capítulos del significado de los aspectos en esta obra para captar todo su simbolismo.

Conjunción:  Es un momento generador en que algo se siembra, una fertilización del planeta en progresión sobre el natal, que se ve sacudido por una vibración nueva.  La persona se activa, abriéndose a nuevas concepciones y perspectivas.

Semisextil:  Momento de tranquilidad en la vida.

Semicuadratura:  Nos falta orientación y definición, sentimos que vamos dando tumbos sin saber muy bien qué hacer ni cómo.  Necesitamos experimentar y aprender a movernos y adaptarnos.

Sextil:  Momento de satisfacción y bienestar en nuestra vida.

Cuadratura:  Significa un bloqueo o paralización del planeta radical, que se encuentra sitiado por el planeta progresado. Tratamos de entendernos a nosotros mismos y de respetar dos facetas de nuestra personalidad contradictorias.

Trígono:  Momento de alegría y felicidad con nosotros mismos y nuestras decisiones, personalidad o actitudes.  Trae sosiego y sabiduría, incluso alegría.

Sesquicuadratura:  Momento de tensiones e inestabilidad, producen falta de tranquilidad y vaivenes.  El planeta progresado desestabiliza al transitado, que actuará de forma un tanto neurótica.  Se necesita fomentar la templanza y el justo medio para no volverse loco, aprender a controlarse. Quizás debemos aprender a buscar ayuda o consejo.

Quincuncio:  Es un momento de reorientación y de cambios, de realizar propósitos y ajustes para el futuro.

Oposición:  Nos encontramos con dificultades para unir dos facetas de nuestra personalidad, tratamos de conseguir una armonía interior e integrar nuestras polaridades y nuestra personalidad.

Interpretación de las progresiones

Un planeta en progresión lleva en su “mochila” las cualidades del signo natal en que se ubica, su casa y sus aspectos, aunque transite por otro signo, otra casa y en otras condiciones.  Con todo su bagaje de nacimiento se va trasladando a lo largo de la carta y va incorporando nuevas actitudes.  Pero aunque adquiera las cualidades del signo por el que pasa no pierde las suyas propias.  El signo por el que progresa el planeta es la cualidad que se nos está pidiendo que incorporemos a las cualidades de nacimiento: por ejemplo, Marte en Acuario radical y progresando a Piscis, nos está diciendo que necesitamos hacernos más sensibles en nuestra forma de afirmarnos, incorporando esta cualidad a nuestra habitual forma despegada de hacerlo, pero sin abandonar esta actitud ya ganada.

También, al igual que en los tránsitos, las progresiones necesitan el tema natal para interpretarse.  Como aquellos, no pueden aportar más de lo que la carta radical indica en el aspecto psicológico o físico.  Una persona equilibrada psicológicamente o con buena salud por naturaleza no debe temer una profunda crisis psíquica ni física por un mal aspecto de Marte o Saturno.

El orbe para las progresiones es el mismo que para los aspectos natales y los tránsitos, reflejando las secundarias la lentitud con la que se llevan a cabo los cambios interiores.  Físicamente, las personas cambiamos en todas nuestros órganos, pero psicológicamente cambiamos dentro de un margen, el de los planetas interiores, ya que las esferas relacionadas con los planetas exteriores sufren cambios mucho más tenues, incluso hay facetas de nuestro carácter que mantenemos de por vida, en las que no cambiamos.

Las casas en progresión tienen un significado físico o psicológico, indicando zonas de nuestro cuerpo y áreas de nuestra psique, debiendo dejar su significado tradicional relacionado con el mundo exterior para aplicarlo a los tránsitos.

Los planetas más importantes a estudiar son los mismos que en los tránsitos: el Sol, la Luna,  el ASC, el planeta dominante, el planeta angular,  los regentes del mes, día y hora planetarias... 

Es importante observar cuándo los planetas cambian de signo o de casa, ya que la persona comienza a expresarse de una manera nueva en las áreas regidas por ese planeta (signo) o desarrolla nuevos ámbitos de la vida (casa). 
Asimismo, tiene relevancia el momento en que un planeta entra en un signo o una casa vacíos, ya que ayudará a superar las carencias indicadas por el signo y a cultivar la esfera de la casa relacionada.
Cuando los ángulos, cúspides de las casas o planetas están a 29º de un signo indican el final y asimilación de una conducta, y cuando pasan a 0º del signo siguiente el experimento con una nueva forma de comportarnos.

La progresión de un planeta progresado a otro radical indica dificultades o facilidades con uno mismo, debido a la evolución interior que estamos sufriendo, en relación con las funciones que representan.  El aspecto natal entre dos planetas es su relación básica, pero esa relación se va modificando a medida que evolucionamos y los planetas progresan formando nuevos aspectos con los radicales: una oposición siempre indicará una rivalidad básica y una necesidad de llegar a compromisos entre ambas partes de nuestra personalidad, pero si forman un sextil por progresión será un momento en que podamos relacionarlas como amigos, y el momento de la conjunción indicará una alianza.

Cuando un planeta débil o mal aspectado natalmente recibe malos aspectos por progresión hay que tener cuidado porque puede desequilibrarse la personalidad y entrar en situaciones límite o de vacío: si fuera Venus, falta de alegría sentimental, ausencia de amor...; si fuera el Sol, falta de vitalidad; si fuera Marte, apatía, carencia de energía...
Sin embargo, cuando un planeta fuerte o bien aspectado natalmente recibe buenos aspectos por progresión, entramos en un momento de plenitud, de sentirnos a gusto con nosotros mismos y con la vida.

Las progresiones a los puntos sensibles, especialmente la conjunción, indican que ese planeta se va a encarnar en el sujeto, vamos a incorporar la expresión de dicho planeta en nuestra persona.  Las progresiones de los puntos sensibles a los planetas indican que estos van a ejercer una influencia muy poderosa en ese momento de la vida.

Los cambios de dirección de los planetas suelen tener un efecto espectacular sobre la persona, forjándose una crisis o época de reevaluación y cambio cuando el planeta entre en su período estacionario, y viéndose los resultados cuando se ponga retrógrado o directo.  Las esferas de la vida donde el planeta se encuentre y la que rige se verán afectadas a nivel psicológico, sucediendo algo muy importante en la vida de esa persona en esas áreas y en la función del planeta a nivel interno.  Cuando el planeta está estacionario son épocas cruciales en que se está preparando el cambio, es un punto muerto pero en el que algo se forja.  Es importante estudiar los aspectos, tanto en tránsito como en progresión que este planeta está recibiendo en ese momento.

En las progresiones secundarias la Luna es el planeta que se mueve con mayor rapidez, por lo que realiza el papel que hacen los planetas rápidos en los tránsitos, haciendo de temporizador para activar los aspectos progresados.  Es el único planeta que puede llegar a dar una vuelta completa al horóscopo, ya que completa su ciclo en unos 28 años, pudiendo llegar a realizar tres vueltas completas en una vida (a los 28, 56 y 84 años).
El año en que la Luna progresada hace conjunción con el Sol natal o progresado, es un año crucial en que se pasan páginas de la vida.   Es como una Luna nueva: se evalúa el pasado y se toman nuevas actitudes para el futuro, es un volver a empezar.
  
Otras indicaciones de hechos importantes por progresiones son:

El cambio de cómputo de planetas por encima o por debajo del horizonte.
               El cambio de cómputo de la zona oriental de la carta a la occidental o viceversa.
               El cambio de énfasis en la polaridad, elemento o cuadruplicidad.
               La intercepción o desintercepción de signos o planetas (esto sólo se puede dar en la progresión secundaria, al igual que los cambios de dirección de los planetas).
               El cambio de angularidad de un planeta: si un planeta progresado hace conjunción con el ASC, o el ASC progresado alcanza un planeta natal o progresado.

Los aspectos entre los planetas de la carta progresada indican cómo se siente la persona en ese año y ese momento de su vida.
Los aspectos entre los planetas de la carta progresada y la natal indican cómo se siente la persona consigo misma respecto a lo que le está pasando internamente, cómo experimenta ese cambio y le afecta en su interior.  Si la carta progresada realiza buenos aspectos a un planeta natal, la persona estará pasando por un buen momento interno en esa esfera de la personalidad, pero si ese planeta radical recibe malos aspectos de la progresada puede que internamente no lo esté pasando tan bien, que ese cambio que se está generando no le haga sentirse tranquilo.  En cierta manera la relación entre la carta progresada y la carta natal se puede estudiar como una sinastría, en la que la otra persona viene representada por el nuevo ser en que estamos evolucionando, pero sin olvidar que la carta natal es lo que somos en esencia.


Es importante estudiar los aspectos de planetas homónimos (Venus progresado a Venus natal...).  Puede que un Venus natal en Sagitario y progresado a Capricornio se esté volviendo algo más serio o convencional en sus relaciones, el dinero...; cuando hagan un sextil la persona se sentirá bastante a gusto con ese cambio, pero si hacen una sesquicuadratura quizá no se sienta tan bien consigo mismo, necesitando un trabajo interior para adaptarse a su nueva faceta.  

Progresiones

El desarrollo natural de todo ser humano es una progresión desde el nacimiento hasta la muerte, pasando por la niñez, la pubertad, la adolescencia, la edad adulta, la madurez y la vejez.

Hay varios métodos de progresar un horóscopo, siendo las más utilizadas la técnica de direcciones de arco solar y la de progresiones secundarias, debido a su sencillez. Aunque existen más, todos los métodos tienen en común que son simbólicos, los planetas no se mueven realmente, sino que se toma como referencia una pauta y se hace progresar el horóscopo de acuerdo con ella. Por ese movimiento simbólico y no real, las progresiones se relacionan no con acontecimientos externos, como los tránsitos, sino con la evolución interna del individuo. 

Existen experiencias que son características de cada fase y que no se dan en otras, estando las experiencias psicológicas ligadas a las condiciones biológicas de cada momento. Sin embargo, aunque biológicamente todos tenemos el mismo ritmo, psicológicamente cada individuo tiene una pauta de crecimiento propia, y una peculiar cronología en cuanto a su evolución, pero siempre dentro de un intervalo de tiempo.  Cada función psicológica tiene un margen distinto de tiempo para su desarrollo y manifestación: hay algunas que sólo se pueden hacer hasta cierta edad y hay otras que permiten su desarrollo en cualquier momento de la vida. Es natural que un niño dependa de su madre, pero no lo es que lo haga un hombre adulto; es normal que entre los 20 y 45 años la mujer se preocupe de su maternidad, pero no lo es que lo haga a los 80.
Parece que la evolución psicológica es más dúctil que la biológica: un chico de 10 años no puede seguir mamando de su madre para mantenerse, pero sí puede seguir dependiendo de ella emocionalmente.  Esta dependencia emocional debería irse aminorando con los años, llegando en la edad adulta a convertirse en cariño y no en dependencia, lo cual permitirá posteriormente cambiar los papeles y ayudar a su madre en la vejez.  Pero cuando esta progresión no ocurre o no lo hace en la edad en que tendría que darse, es fuente de problemas psicológicos y de actitudes erróneas en la vida.

Las direcciones de arco solar  progresan todo el horóscopo más o menos 1º por año, el recorrido del Sol en este tiempo. Si la persona ha nacido el 12 de julio de 1967 se halla la diferencia entre la posición del Sol entre ese día y el 13 de julio de 1967 (57´14´´).  Esos 57 minutos y 14 segundos se añaden a todas las posiciones del horóscopo: planetas (los retrógrados también se progresan hacia delante), puntos sensibles y cúspides de las casas. De esta manera se tienen las posiciones para el primer año de vida. Para calcular las direcciones del octavo año de vida, habría que hallar la diferencia entre la posición del Sol el 20 y el 12 de julio de 1967 y añadir ese recorrido a todas las posiciones.

En este sistema todos los planetas se mueven y llevan el mismo desarrollo, igual que todos los órganos físicos evolucionan año tras año.  Por ello se podrían asociar con la evolución biológica.  El horóscopo progresado primariamente representa el desarrollo físico y la entrada en las distintas etapas biológicas de nuestra vida.  Por su relación con el cuerpo físico, es importante estudiarlo para ver la salud.

Como todos los planetas progresan más o menos 1º por año, todos irán haciendo el mismo aspecto con su lugar radical, marcando años emblemáticos de la vida humana cuando formen alguno de los aspectos principales:
Todos los planetas y puntos harán un semisextil a su lugar radical más o menos a los 30 años, un oncil a los 33 años, un decil a los 36, un novil a los 40, una semicuadratura a los 45, un septil a los 51, un sextil a los 60, un bioncil a los 65, un quintil a los 72, un binovil a los 80, una cuadratura a los 90 y un trioncil a los 98.  Luego podrían darse un biseptil a los 103  y un tridecil a los 108.

Las progresiones secundarias se hallan levantando un nuevo horóscopo para el día 13 de julio de 1967 para la misma hora de nacimiento del día 12.  Las posiciones halladas indicarán la progresión para el primer año de vida.  Para calcular la progresión secundaria del octavo año de vida se levantará un nuevo horóscopo para la misma hora pero el día 20 de julio de 1967.

En este sistema, unos planetas evolucionan más rápidamente que otros, habiendo algunos que apenas se mueven a lo largo de la vida.  Por ello se podrían asociar con la evolución psicológica.  El horóscopo progresado secundariamente hace referencia a nuestra evolución psicológica, cómo evolucionamos internamente.  Afectan a la manera de ver las cosas, indicando el estado interior del individuo.  Por su relación con los sentimientos, pensamientos y actitudes, describen la salud mental.
En la evolución biológica a todos nos salen los dientes más o menos a la misma edad, pero en la psicológica no todos conseguimos autoafirmarnos en la misma época de la vida.  Físicamente nuestro cuerpo está preparado para tener relaciones sexuales o ser padres a la misma edad, pero psicológicamente cada uno se siente preparado para esas experiencias en distintos momentos de la vida. 

En este sistema el Sol también progresa más o menos un grado por año, verificándose las mismas edades emblemáticas respecto a este planeta que en el sistema de direcciones de arco solar.  También Mercurio y Venus podrían evolucionar a este ritmo, a no ser que se pongan retrógrados.  Pero Marte ya evoluciona más lentamente y el resto de los planetas apenas se mueven con respecto a su posición natal a lo largo de la vida.

Pero el estudio de las progresiones no se puede utilizar como método de predicción de acontecimientos, para ello deben enlazarse con los tránsitos.  Las progresiones indican experiencias internas, no externas, lo que pasa es que pueden coincidir con tránsitos importantes que afecten a la misma temática. 

Las progresiones indican que el individuo está preparado física o psicológicamente para determinada experiencia, pero si no hay un tránsito que la apoye, la misma no se materializará en ese momento, sino probablemente más adelante.  Aún así, como el tiempo para pasar por esa experiencia está ya maduro de acuerdo con la pauta básica de crecimiento de ese individuo, es muy probable que algo suceda y hay que buscar tránsitos que lo verifiquen. Si Saturno retrógrado se vuelve directo por progresión y además coincide con un retorno de Saturno, se unen una experiencia externa y una interna que se solapan y afectan al mismo tema.

Eclipses y lunaciones

Las lunaciones y eclipses también son un tipo especial de tránsito.  Son importantes catalizadores, activando los aspectos de cualquier planeta, natal, en tránsito o progresión, con el que hagan contacto con un orbe de 2º. 
En realidad están combinando la fuerza catalizadora del Sol y de la Luna.  En Luna Nueva, el Sol y la Luna se encuentran en conjunción, y aúnan sus fuerzas para impulsar cualquier punto de la carta que toquen.  En Luna Llena, el Sol y la Luna se encuentran en oposición, haciendo lo mismo, pero cada uno en una dirección y con una influencia distinta.

Las lunaciones tienen menos fuerza que los eclipses, produciéndose todos los meses, y haciendo referencia a pequeños sucesos o acontecimientos de la vida ordinaria.  Los eclipses son más escasos, produciéndose tres o cuatro a lo largo del año, e influyendo en acontecimientos más importantes del mismo.  Aún así, tanto unos como otros no tienen la misma importancia en todas las personas, siendo tan sólo influyentes si tocan algún punto de la carta con un orbe reducido, y muy influyentes si el aspecto que hacen es de conjunción.

El ciclo de las lunaciones hay que estudiarlo como un continuo, iniciándose en Luna Nueva y acabando en Luna Balsámica, pero siendo sus puntos culminantes la Luna Nueva y la Luna Llena.

La conjunción de la Luna Nueva con algún punto de la carta parece que despierta esa energía y que algo relacionado con ello comienza a producirse.  Es un momento en que algo se comienza a engendrar, se toman decisiones y nos ponemos en marcha.

La conjunción del Sol o la Luna en Luna Llena con algún punto de la carta implica que el otro está en oposición, con los que entran en juego dos signos y dos sectores que tenemos que intentar integrar.  Lo que se comenzó en Luna Nueva tiene ahora su manifestación, entrando en juego también la casa opuesta. 

Los eclipses siempre tuvieron indicaciones nefastas en astrología, asociándose las mismas con el bloqueo de la luz transmitida por las luminarias a la Tierra.   Se producen cuando la Luna hace conjunción con su propio nodo.  El eclipse solar se produce en Luna Nueva, y es seguido por un eclipse lunar en Luna Llena 14 días después. 

Parecen indicar la necesidad de ajustes y reflexión en ciertos momentos del año, como si algo bloqueara nuestro funcionamiento normal y nos impidiera seguir con nuestro ritmo.  Si toca algún punto de la carta este se verá muy afectado, al igual que la casa en la que cae.

Los eclipses de Sol afectan a la vitalidad, la vida consciente, la energía y la acción, pudiendo encarnarse en una pequeña enfermedad como una gripe...

Los eclipses de Luna influyen en las emociones, el estado de ánimo, el inconsciente, el sueño..., pudiendo encarnarse en momentos de “bajón”.

En ambos casos hay que hacer una limpieza o una cura para poder seguir adelante, librándonos de actitudes, conductas o actividades que no nos favorecen.  Para ello tenemos el período de 1 año en el caso de los eclipses solares y de 4 meses en el caso de los lunares.

Revoluciones y retornos de los planetas

Las revoluciones y retornos son un tipo especial de tránsito, ya que se refiere al momento en que un planeta regresa al mismo punto de su posición natal.  El término revolución se reserva para los planetas interiores, ya que regresan todos los años a su posición, y para la Luna, que regresa todos los meses.  El término retorno se aplica a los planetas exteriores, ya que tardan más tiempo en regresar a sus lugares radicales, desde los 2 años de Marte hasta los 248 años de Plutón.
Normalmente las revoluciones se tratan levantando una carta astral para esos momentos concretos, es decir, se para el cielo en ese momento y se interpreta como un tema nuevo, aunque enlazándolo con el tema natal.  Esto supone que hay casas nuevas que estudiar, y sirve para hacer predicciones sobre el tema que representa el planeta hasta el momento en que vuelve de nuevo a su lugar radical.
Pero los retornos simplemente se interpretan tratándolos como tránsitos por el tema natal, aunque sean momentos importantes en lo referente a esos planetas.  Esto sitúa a los planetas en las casas radicales, sin añadir sectores adicionales que estudiar.  Creo que las revoluciones podrían tratarse de la misma manera, ya que añadir una carta nueva cuando tenemos la natal para situar los tránsitos complica el estudio, creando en realidad la carta de algo o alguien que naciera en ese momento, y no de alguien que ya existe.

Revoluciones y retornos sirven para centrar la interpretación sobre un tema en particular durante un período de tiempo.   Cada planeta tiene su propio ciclo, y las cosas regidas por él también, momento tras el cual hay un nuevo comienzo:
El Sol tiene un ciclo de un año, igual que el ciclo de las estaciones, la Luna tiene un ciclo de un mes, igual que el ciclo de las mareas o el ciclo menstrual de las mujeres...  Mercurio y Venus también tienen un ciclo más o menos anual, según se pongan retrógrados o no; Marte tiene un ciclo bianual; Ceres de unos 5 años; Júpiter, de 12 años; Saturno de 30 años; Quirón de 52 años; Urano de 84 años; Neptuno de 164 años; y Plutón de 248 años.

Estos ciclos indican que cada cosa en la vida necesita un tiempo para realizarse, hay cosas que se repiten y otras que nunca llegan a completarse en el transcurso de una vida humana.

Para estudiar la revolución o el retorno de un planeta hay que tratar ese momento como el comienzo de un nuevo ciclo en las cosas regidas por el mismo: la revolución de Venus nos informaría sobre cómo nos va a ir en el área romántica, social o económica durante ese nuevo ciclo, y las cosas que tenemos que llevar a cabo y aprender a tratar; la revolución del Sol nos informaría de nuestro desarrollo como individuos y nuestra realización vital...

Si tratamos las revoluciones y retornos como tránsitos, las casas en las que caen los planetas que vuelven a su lugar son las mismas que las natales, lo cual indica que se activarán de nuevos esos sectores para que desarrollemos nuestras potencialidades.
Si tratamos las revoluciones como una carta nueva, la casa en la que caen los planetas en retorno indicarían los sectores que se van a activar para ese tema durante ese ciclo en particular.

Los aspectos que recibe el planeta en el momento justo del retorno indican otras áreas o acontecimientos que el individuo está activando y viviendo en ese momento y que harán que el cometido del planeta sea más fácil o más difícil de llevar a cabo.  Hay que prestar especial atención al aspecto que forme con su regente, si lo hay. 
Pero, mientras que si lo tratamos como una carta nueva, esos aspectos se van a ver activados especialmente cuando uno de los planetas rápidos pase por ellos en tránsito; si lo tratamos como un tránsito hay que ir viendo cómo esos aspectos van mudando a lo largo del ciclo.

Los aspectos señalan cómo se va a llevar a cabo la experiencia señalada por el planeta, creando esfuerzos y conflictos los aspectos tensos, y apoyos y ayudas los aspectos fluidos.  Las conjunciones tienen una lectura especial, como formación o materialización de algo: Venus en revolución conjunción Luna, formación o nacimiento de una relación.

Es importante ver si se producen varias revoluciones o retornos simultáneamente, ya que indicarían períodos claves en la existencia.          

Particular importancia tienen en la vida ciertos períodos que coinciden con los retornos de los planetas más lentos, especialmente los de Saturno (hacia los 30, 60 y 90 años) y Quirón (hacia los 52 años, el siguiente sería a los 103 años), y en menor medida los de Júpiter (hacia los 12, 24, 36, 48, 60, 72, 84  y 96 años).
Urano completa su ciclo al final de la media de duración de la vida humana (hacia los 84 años), y Neptuno (164 años) y Plutón (248 años) no llegan a completar su ciclo.  En estos tres caso es importante estudiar los momentos en que estos planetas realizan aspectos mayores con su posición radical, así como el semisextil y el quincuncio:
Urano realiza el semisextil a los 7 y 77 años, el sextil a los 14 y los 70 , la cuadratura a los 21 y 63, el trígono a los 28 y los 56, el quincuncio a los 35 y los 49  y la oposición a los 42.  Neptuno realiza el semisextil a los 13 años,  el sextil a los 27, la cuadratura a los 41, el trígono a los 55 (el otro trígono sería a los 109), el quincuncio a los 68 y 96  y la oposición a los 82. 
Plutón realiza el semisextil a los 20 años, el sextil a los 41, la cuadratura a los 62 y el trígono a los 82 (el quincuncio sería a los 103 y la oposición a los 123).

También se pueden estudiar estos aspectos para los ciclos de Saturno y de Quirón. 
Saturno realiza el semisextil a los 2 , 27, 32, 57, 62, 87 y a los 92 años, el sextil a los 5, 25, 35, 55, 65, 85  y a los 95 años, la cuadratura a los 7, 22, 37, 52, 67, 82 y a los 97 años, el trígono a los 10, 20, 40, 50, 70, 80 y a los 100 años, el quincuncio a los 12, 17, 42 , 47, 72, 77 y el último sería a los 102 años y la oposición a los 15, 45, 75 y la última sería a los 105 años.
Quirón realiza el semisextil a los 4, 47, 56 y a los 99 años, el sextil a los 8,43, 60 y a los 95 años, la cuadratura a los 13, 38, 65 y a los 90 años, el trígono a los 17, 34, 69 y a los 86 años, el quincuncio a los 21, 30, 73 y alos 82 años y la oposición a los 25 y a los 78 años.


Los años en que los ciclos de distintos planetas se superponen unos a otros  marcan etapas arquetípicas de la existencia humana.  Todas estas fechas son aproximadas, no para todas las personas corresponden exactamente a la misma edad, ya que dependen de los ciclos de los planetas. Los planetas no tienen el mismo ritmo todos los años, tardando unas veces más y otras menos en formar los aspectos con su lugar radical y en realizar su retorno.

Los aspectos en tránsito

Los aspectos de los planetas en tránsito se van a materializar en personas y situaciones concretas y visibles, pero para poder entender realmente su significado y la manera de tratarlas debemos acudir al significado básico de los aspectos en astrología.  Debemos consultar el apartado de este libro que se refiere a los mismos, combinándolo con las siguientes definiciones.
Según el planeta dominante sea el transitado o el transitante hay que entender las definiciones en un sentido o en otro, aunque aquí las haya redactado como si el planeta transitante fuera siempre el dominante: en un semisextil, si el planeta dominante fuera el nuestro, seríamos nosotros quienes prestáramos una ayuda al transitado, y no al revés; en una sesmicuadratura seríamos nosotros quienes haríamos el papel de vendedor o prestamista...

Conjunción:  El planeta transitado siente fuertemente la presencia del planeta transitante, como si entrara por primera vez en su vida o lo hiciera de una forma diferente si ya lo conociera.  Anuncia alianzas y colaboraciones, nuevos caminos en la vida, en relación con las cosas significadas por el planeta radical.

Semisextil:  Adquisiciones logradas con ayuda o aval de otros.  Préstamos de pequeñas cantidades de dinero, cosas o derechos que tenemos obligación moral de devolver de alguna manera.  Alguien nos presta dinero o nos brinda un medio para poder llevar a cabo lo significado por el planeta transitado.  Se deben favores pero se encuentran ayudas.

Semicuadratura:  Para poder llevar a cabo lo significado por el planeta transitado tenemos que admitir las condiciones que nos va a presentar el planeta transitante.  Es el momento de adquirir algo relacionado con el planeta radical, bien sea pagando al contado el precio que nos piden o bien sea firmando un préstamo, monetario o de otra clase, con intereses.  Se firman contratos, matrículas o convenios para conseguir algo que deseamos, para realizar un curso...

Quintil:  Encontramos profesores, encargados, o simplemente gente con más experiencia, que nos enseñan y nos ayudan a comenzar en algo, sea un estudio, un trabajo o la vida.

Sextil:  Se encuentran amistades que nos ayudan.  Anuncian entendimiento y comprensión, buenos momentos en la esfera del planeta transitado, que se ve estimulado.
Significa oportunidades en la vida, apertura de puertas y el logro de algo que se intenta.  No es algo que nos venga dado, como el trígono, sino que tenemos que hacer algo para conseguirlo, pero sale bien: por ejemplo, buscamos trabajo y lo encontramos, empezamos un curso y hacemos amistades...

Cuadratura:  De alguna forma, nos encontramos en la vida con personas que tratan de dirigirnos o enseñarnos a hacer las cosas en la esfera del planeta transitado, que se siente como un subordinado.  Esta relación puede ser fructífera si esa relación es respetuosa desde el principio, o podemos sentirla como algo que nos invade, subyuga y bloquea en esa esfera.

Trígono:  Nos encontramos con facilidades y apoyos en el exterior, se encuentran puertas que se nos abren sin hacer nada y gente que nos protege.  Época de desarrollo y facilidades para el planeta transitado.  Recibimos favores o regalos sin que tengamos que devolver nada a cambio, sólo porque nos aprecian o valoran nuestras cualidades. 

Sesquicuadratura:  El planeta transitante va a ser examinado de alguna manera por el transitado.  Se nos pide que superemos alguna preparación, prueba o condición para conseguir algo, no lo vamos a conseguir si no pasamos por ello y hacemos un esfuerzo.

Biquintil:  Encontramos guías, maestros u orientadores que nos ayudan a evolucionar y madurar en la esfera del planeta transitado. 

Quincuncio:  Encontramos colaboradores para realizar una tarea o nuestro trabajo, recompensas por nuestras labores o alivios para nuestras enfermedades.  Momento en que se da algo pero también se recibe algo y a la vez nosotros damos una contraprestación por lo recibido.

Oposición:  Anuncia relaciones con personas que tienen intereses o puntos de vista diferentes de los nuestros, que pueden servirnos de complemento y con las cuales tenemos que llegar a acuerdos y a un entendimiento.  Si no lo logramos, anuncia luchas y guerras continuas por la defensa de la posición del planeta transitado, llevando a una confrontación abierta, desagradable y violenta.

Serie del 7:  Podemos encontrar una figura paterna que nos envuelva y nos sirva de cobijo a la vez que nos enseña a desarrollarnos por nosotros mismos.  Pero esta relación se puede convertir en simbiótica si no se miden las ayudas: la otra persona hace todo por nosotros, pero logra un control sobre nosotros al impedir nuestro desarrollo y nuestra independencia.

Serie del 9:  Nos encontramos con un buen trato y una actitud receptiva por parte de otras personas, que nos ayudan a resolver pequeñas cuestiones, y en ciertos momentos no tan pequeñas, de forma satisfactoria.  Un comentario o una información que llegan en el momento adecuado...

Serie del 10:  Nos encontramos con gente amable y cortés que nos puede ayudar en ciertos momentos: al preguntar por una calle, abrirnos una puerta...  Pequeños gestos que hacen la vida más agradable.


Serie del 11:  Gente que mantiene una actitud de no interferencia con nosotros, lo cual nos ayuda a seguir nuestro camino.  Pero, al igual que con la serie del 7 hay que medir, ya que la no interferencia se puede convertir en indiferencia, y encontrarnos con que nadie nos tiende una mano cuando lo necesitamos, que no existimos.

Los tránsitos

Los tránsitos son los aspectos que los planetas en movimiento van formando a lo largo de nuestra vida con los planetas fijos de la carta natal.

El estudio de los tránsitos es la principal técnica de predicción en astrología.  Anuncian acontecimientos externos que en principio deberían servirnos para desarrollar lo que en potencia indica nuestro tema natal.  Unas veces las vivencias serán positivas y recibiremos ayudas del exterior (aspectos fluidos) y otras nos lo pondrán difícil para que aprendamos a superar las pruebas (aspectos difíciles).  Cuando ocurren cosas dramáticas o terribles quizás nos estén indicando una muy mala gestión de nuestro potencial o quizás haya que buscar una razón kármica para encontrar una explicación. 
Los planetas en tránsito se corporizan en personas o acontecimientos con las cualidades y características de su estado en tránsito (signo y aspectos en tránsito), y su influencia se manifiesta en la casa por la que transita y en los planetas y casas a los que aspecta.

La vida de una persona es una novela entera, y los tránsitos de un determinado período pueden considerarse como los capítulos de esa historia.  El personaje principal es la persona, y toda la historia tiene un inicio, una trama y un desenlace.  Habría que estudiar los tránsitos en el tiempo y seguirlos en relación con el pasado y la historia de cada uno, no se deben aislar en un momento determinado.


INTERPRETACIÓN DE LOS TRÁNSITOS

Una de las mayores dificultades de interpretación de los tránsitos es su simultaneidad, ya que un mismo punto recibe las influencias de varios tránsitos a la vez.  Hay que tener en cuenta los aspectos concomitantes a un punto.  No todos los planetas en tránsito tienen el mismo efecto en la vida, siendo el resultado de los planetas rápidos más efímero, aunque pueda resultar importante o crucial, y el de los planetas lentos más prolongado en el tiempo. 
Los planetas lentos tardan más en transitar un punto y suelen tener una influencia mayor o más dilatada en la vida: una conjunción de Júpiter transitando a la Luna se encuadraría dentro de una conjunción de Saturno transitando a la Luna, si ambos planetas mayores transitaran esa luminaria al mismo tiempo.

El orbe de los aspectos en tránsito es el mismo que para los aspectos natales, pero en los tránsitos están muy supeditados a los planetas de los que se trata, ya que una cuadratura de Urano tardará más en pasar que una conjunción de Júpiter, aunque el orbe de este último aspecto sea mayor que el de aquel. Los efectos de los tránsitos a un punto se van desarrollando progresivamente, antes de ser exactos se van notando, cuando son exactos culminan, y luego se van diluyendo y viendo los resultados.

Un planeta o punto transitado suele tener varias influencias a un mismo tiempo, y hay que enlazar todas para interpretar lo que puede ocurrir en esa esfera. Una conjunción de Júpiter en tránsito con la Luna natal, en sí misma benéfica, puede resultar magnificada por un trígono simultáneo de Marte a la Luna, o afligida por una cuadratura simultánea de Marte.  Por esto, una conjunción de Júpiter con la Luna no siempre tiene el mismo significado en diferentes épocas de la vida: es la diferencia entre un período magnífico o un período “bueno pero no del todo”.  Por el contrario, si la Luna recibe una cuadratura en tránsito de Saturno, pero también un trígono de Júpiter, el efecto será menos perturbador.

Los tránsitos de los planetas rápidos (Luna, Mercurio, Sol, Venus, y en cierta medida Marte y Ceres) tienen una duración menor, en función de su velocidad de desplazamiento por el espacio.
Para que los aspectos de uno de estos planetas en tránsito tengan cierta importancia tienen que tocar un punto que esté siendo afectado en tránsito también por un planeta más lento.  Entonces poseen un efecto desencadenante, indicando el punto de consumación de ese otro tránsito más prolongado: la influencia de un tránsito de Urano a cualquier punto de la carta se hará sentir de manera especial cuando uno de los planetas más veloces haga contacto con ese punto o con el mismo Urano en tránsito; ese planeta actuará como desencadenante de la influencia de Urano.  Los planetas más lentos indican hechos que van a ocurrir, pero que necesitan un proceso lento, los planetas rápidos precisan el suceso dentro de una semana, un día o una hora.
Tienen importancia en acontecimientos de breve duración encuadrados en un procesos más largos, como una competición, prueba o examen, cuyo resultado puede venir definido por un buen aspecto o uno malo que haga la Luna en tránsito en ese momento. Los tránsitos de Marte indican la semana del acontecimiento, los del Sol, Mercurio y Venus, el margen de 1 o 2 días, y los de la Luna permite aproximar la hora.

Los tránsitos de los planetas menores por las casas indican pequeños acontecimientos relacionados con el significado del sector y según el simbolismo del planeta. Pero cuando afectan a un planeta que no está siendo tocado por ningún otro planeta en tránsito, anuncia acontecimientos transitorios y temporales sin demasiada incidencia en el sujeto, no afectándole profunda ni personalmente, definiendo simples anécdotas.  Hacen referencia a las pequeñas luchas de la vida diaria y las relaciones entre humanos: sus efectos son de 2-3 (según el aspecto y el orbe) días para el Sol, Mercurio y Venus (a no ser que estén retrógrados), y el mismo día o el siguiente para la Luna.
Los tránsitos del Sol, Mercurio y Venus se reproducen sobre los mismos puntos y con la misma duración cada año (un poco más con Mercurio y Venus cuando se ponen retrógrados) y más o menos en las mismas fechas.  Se refieren a acontecimientos cíclicos anuales, y explican que en la vida de cada individuo haya acontecimientos de similar naturaleza en la misma época del año.  Estos acontecimientos son diferentes en importancia, intensidad y calidad por los aspectos mundiales (en tránsito) que esos planetas reciban a su vez en cada momento.
Se tienen en cuenta sobre todo las conjunciones, ya que es el momento más importante del año, cuando despertará toda la configuración relativa al planeta o punto sensible que toque.  Como van a recorrer toda la carta, el resto de los aspectos mayores marcarán puntos importantes de ese año.
Los tránsitos de la Luna son similares, pero se refieren a acontecimientos cíclicos mensuales.

Los tránsitos de Marte, Ceres y los planetas mayores (Júpiter, Saturno, Quirón, Urano, Neptuno y Plutón) ejercen influencias más importantes y determinan los acontecimientos más señalados de la existencia.  Al ser más escasos y más dilatados en el tiempo(meses o años) los aspectos que forman con los planetas radicales (según el orbe y el aspecto), más se recuerdan o más influyen en la vida. Los tránsitos de Marte y Ceres están a caballo entre los mayores y los menores, tienen cierta importancia, pero no marcan tanto como los de los planetas mayores.

Los planetas lentos (Júpiter, Saturno, Quirón, Urano, Neptuno y Plutón) tardan años en recorrer una casa, por lo que su influencia se hace sentir solapadamente a lo largo de ese tiempo.  Sus mayores efectos se notan especialmente cuando penetran en un sector, cuando hacen conjunción con un planeta natal situado en ella, cuando hagan aspecto con el regente de la misma, cuando hagan el aspecto exacto con cualquier otro planeta natal o cuando otro planeta en tránsito haga aspecto con él. 
Los buenos aspectos de los planetas menores junto a buenos aspectos de planetas mayores indican los grandes períodos afortunados de la existencia, refuerzan la suerte y acentúan las experiencias más felices.  Durante los malos aspectos de planetas mayores, indican momentos de calma, de tregua, de mejoría pasajera, ayudas benévolas o simpatías consoladoras.

También son hechos notables los tránsitos retrógrados de los planetas, incluidos los de Mercurio y Venus, ya que también se prolongan en el tiempo y pasan tres veces por el mismo punto.

Las casas ocupadas por los planetas serán las esferas vitales donde se van a centrar las experiencias. Es importante ver si hay algún emplazamiento en un signo o casa vacíos natalmente, ya que indicaría un período en que se activarían esas esferas.
La influencia de un tránsito se hace sentir en una casa especialmente cuando entra o cuando sale de ella.  Cuando penetra algo nuevo sucede en ese sector, cuando sale algo se acaba, se consolida o se zanja (“cuando una puerta se cierra otra se abre”).
Pero para determinar el resultado de un acontecimiento (por ejemplo, una relación cuando un planeta transita por VII o por VIII), hay que observar los aspectos que ese planeta va a ir haciendo con los planetas natales a través de su paso por esa casa.  Si forma muchos aspectos tensos puede ser que la relación no vaya muy bien e incluso que acabe cuando el planeta salga de ese sector, sobre todo si el último aspecto que hace antes de abandonarlo es difícil.  Si forma aspectos fluidos, la relación será muy buena, perdurará o progresará. Aunque lo normal es que se produzcan aspectos de ambas clases, y que las relaciones pasen por distintas fases.  Es especialmente significativo el aspecto que forme con el regente de la casa por la que transita, que marcará un punto crítico o importante en el desarrollo del acontecimiento.
Las casas afectadas por un tránsito son: el ámbito relacionado con el sector por donde transita un planeta, aquellas donde se encuentran los planetas natales con los que entra en contacto y las casas que rigen estos planetas. Es una cadena: algo se manifiesta en la casa del planeta en tránsito que afecta o repercute a las casas de los planetas que aspecta, y que, a su vez, tiene consecuencias en las casas que rigen esos planetas, especialmente si está vacía. El tipo de aspecto que haga con cada planeta es la forma en que repercute en cada sector de la vida.

El planeta en tránsito dice qué va a ocurrir, la experiencia que se va a vivir, mientras que el planeta transitado dice para qué, es decir, la función que esa experiencia nos va a ayudar a desarrollar.  El aspecto indica cómo se va a vivir esa experiencia y cómo hay que encararla.

Son especialmente importantes los tránsitos a los planetas y puntos más importantes de la carta: al Sol, a la Luna, al ASC, al planeta dominante, al planeta angular, a los regentes del mes, día y hora planetarias...  Los tránsitos a los puntos sensibles indican fuerzas que van a influir poderosamente en la vida, haciendo que tengamos que adaptarnos a ellas.


Cuando un planeta natal o un sector no recibe ningún tránsito, hay un período de vacío de experiencias en ese terreno, nada se mueve, ni para bien ni para mal, el planeta y el sector están “en paro”.  Pero los planetas rápidos siempre forman algún aspecto durante unos días con todos los planetas natales a lo largo del año, y con la Luna todos los meses, aunque sus influencias sean muy tenues.

Los planetas en la carta compuesta

En sinastría los interaspectos son importantes, pero los planetas no se pueden desligar de las cartas natales.  Para estudiar los planetas en sinastría hay que estudiar las cartas natales, pero circunscribir su importancia y su manifestación en la relación con una persona porque realiza ciertos aspectos con los planetas de su horóscopo.
Sin embargo, los planetas en la carta compuesta tienen una significación especial. Cuando un planeta es angular en una carta compuesta nos está indicando una faceta importante entre dos personas, desvelando el tipo de relación que les une.

LUNA


En la carta compuesta indica que hay un reconocimiento mutuo, como si ya hubieran estado juntos en una vida o momento anterior y se volvieran a encontrar. Apunta hacia una relación de convivencia, familiaridad o intimidad, con vínculos muy próximos. Es uno de los indicativos de matrimonio. 

La Luna bien aspectada ayuda a crear un buen entendimiento, comprensión e intimidad, la personas se sienten cercanas y a gusto juntas. Hay una buena comunicación emocional, y una buena relación cotidiana y de convivencia. Suelen caerse bien nada más conocerse. Es una de las mejores conexiones en cuanto a compatibilidad se refiere, ya que ayudan a la armonía en la convivencia, estar juntos y convivir les resulta fácil y agradable.

La Luna mal aspectada en posición exaltada puede indicar una relación demasiado sofocante, pecando de un exceso de proximidad e intimidad 
En posición debilitada puede indicar una falta de armonía emocional y roces en la convivencia.

MERCURIO

En la carta compuesta es indicativo de una relación de compañerismo, amistad o acercamiento.  Es propio de relaciones fraternales, de compañeros o amistosas.

Bien aspectado indica una relación en la que prima la buena amistad, cuyos miembros mantienen una buena comunicación y siempre tienen de qué hablar. 

Mal aspectado y en posición exaltada indica un exceso de parloteo o charlatanería, discusiones sin buenos razonamientos que no llevan a ninguna parte.
En posición debilitada indica una mala comunicación, evitando las conversaciones por no tener mucho que decirse.

VENUS


En la carta compuesta indica atracción o vínculo amoroso, es habitual en el “amor a primera vista” o los romances.

Venus bien aspectado es indicativo de buena armonía, las personas lo pasan bien juntos, pueden compartir entretenimientos y divertirse porque tienen gustos compatibles o análogos en adornos, arte, cocina, música... Les resulta agradable verse y encontrarse. Ayuda a la amistad, el aprecio y el entendimiento. Las personas se gustan, encajan y disfrutan estando juntas. Es un buen cimiento para la relación y para solventar problemas que se puedan tener en otros campos.

Venus mal aspectado  en posición exaltada puede la atracción puede ser excesiva, dando relaciones marcadas por los celos y la posesión. 
En posición debilitada la atracción no se acompaña de sentimiento de cercanía y de la capacidad para compartir el tiempo en armonía, sino que demasiado tiempo juntos conduce al aburrimiento.

MARTE


En la carta compuesta indica una relación en la que dos personas trabajan o se mueven juntas. Es un aspecto para poner en marcha un negocio o cualquier otro proyecto en que ambos participen.

Marte bien aspectado indica entusiasmo y vitalidad para poner en marcha un proyecto y hacerlos fructificar.  Cada uno realiza bien su trabajo y apoya al otro.  Da energía, impulso y ganas de hacer o poner en marcha cosas juntos. Se refuerzan para luchar y avanzar en la vida.

Marte mal aspectado en posición exaltada es índice de competitividad entre ambos, de lucha por el mismo objetivo pero no en común, sino cada uno por su lado, disensiones y peleas.
Si está debilitado indica hostilidad que resta energías. No pueden hacer nada juntos porque se impiden la realización y el avance cuando lo intentan.

CERES

En la carta compuesta es indicativo de una relación entre personas que mantienen una relación de aprendizaje para la vida.  Es propio de relaciones de enseñanzas técnicas.

Bien aspectado indica una relación fructífera, en la que tanto profesor como alumno se valoran y lleva a buen término el curso.

Mal aspectado y en posición exaltada indica unos métodos demasiado duros o incomprensibles para llevar a buen término lo que se pretende transmitir, se hace imposible estar a la altura.
En posición debilitada indica unos métodos inadecuados o ineficaces que llevan al fracaso de las lecciones y la transmisión de aprendizaje.

JÚPITER


En la carta compuesta es significante de una relación que fomenta el crecimiento, ofrece nuevas perspectivas de vida, indicando prosperidad y expansión.  Es indicativo de relaciones de enseñanza, guía o consejo.

Júpiter bien aspectado es un  indicio de buen entendimiento ideológico y una filosofía de vida compatible, comparten ideas, creencias y opiniones que ayudan a la comprensión. Es indicio de una relación abierta, tolerante y respetuosa, con cabida para la evolución.

Júpiter mal aspectado en posición exaltada puede indicar una relación demasiado dogmática, con un exceso de ideales que perjudican más que favorecen al buen entendimiento.
En posición debilitada puede indicar una relación sin unas directrices, en la que cada uno va por libre, hace lo que puede o se “busca la vida”.

SATURNO


En la carta compuesta es significante de relaciones serias, con una estructura y una solidez. El fin de la relación es madurar y establecer un claro compromiso con otra persona.  Es indicativo de relaciones de trabajo a largo plazo.

Bien aspectado indica éxito, firmeza y durabilidad. Indica respeto, lealtad y responsabilidad, lo cual afianza la relación.

Mal aspectado y en posición exaltada se pueden plantear demasiados obstáculos, pruebas o restricciones, con actitudes defensivas y un exceso de cautela que se traducen en una relación exigente, pesada y agotadora.
En posición debilitada indica temor, con una falta real de compromiso y de actitudes adecuadas, se quiere dar una imagen de seriedad pero resulta incongruente, lo cual imposibilita el buen funcionamiento y el afianzamiento.

QUIRÓN

En la carta compuesta es significativo de relaciones terapéuticas.  El fin de la relación es ayudar a otra persona a recuperar o mantener la salud.  Es indicativo de relaciones entre médico y paciente.

Bien aspectado indica una buena relación, en la que el médico y el paciente tienen una buena conexión y facilitan la recuperación o la comprensión.

Mal aspectado y en posición exaltada indica terapias demasiado duras que pueden perjudicar o empeorar la situación.
En posición debilitada indica falta de un verdadero tratamiento o ineficacia del mismo.

URANO

En la carta compuesta es indicativo de una relación en la que los miembros contribuyen a algo en común, pera cada uno mantiene su espacio, cultiva sus intereses y tiene una vida independiente. Es propio de una relación entre miembros que pertenecen a una misma asociación.

Bien aspectado contribuye a buenas aportaciones y facilita la renovación para beneficiar al buen funcionamiento de la asociación. La libertad de expresión y de las cosas que se aportan por separado hacen que las cosas se mantengan y se adapten convenientemente a las nuevas situaciones o miembros.

Mal aspectado y en posición exaltada puede indicar una relación en la que el bien común se antepone al de los miembros, traduciéndose en un peso excesivo de la asociación en la vida de las personas.
En posición debilitada puede ser indicativo de una relación imposible, en la que cada miembro mantiene su vida al margen de los demás. Esto se traduce en una falta de cooperación que hace la relación impredecible, pudiendo estar siempre al borde de deshacerse. Es indicativo de una relación en la que cada uno anda por su lado sin llegar a entenderse ni a crear un verdadero vínculo.

 NEPTUNO

En la carta compuesta es indicativo de una relación de amor espiritual. El fin de la relación es desarrollar la unión con otras personas.  Es propio de relaciones entre miembros de comunidades con fines sociales o trascendentes.

Bien aspectado indica una verdadera unión y compenetración, una relación en la que cada uno ayuda y contribuye la labor que todos tienen en común, sin por ello renunciar a su propia existencia.  Hay una verdadera capacidad para identificarse, comprender y conectar con los demás.  Se mantiene una actitud receptiva que permite ir salvando situaciones.

Mal aspectado y en posición exaltada indica relaciones en las que lo trascendente prima sobre la vida individual.  La relación puede abrumar e invadir toda la existencia, diluyendo en ella a sus miembros, y llevándolos a la confusión, la fantasía y la falta de contacto con la realidad.
En posición debilitada prima la ambigüedad, manteniéndose una actitud vaga o evasiva. Los miembros pueden evitar con asiduidad de la relación, llegando esta a diluirse por falta de convencimiento y compromiso.

PLUTÓN


En la carta compuesta es indicativo de una relación intensa o profunda. Su finalidad es la transformación de la vida de ambos, el paso a otro estado.  Es propio de las relaciones basadas en la atracción psíquica o el misterio.

Bien aspectado indica magnetismo, la atracción y confianza necesarias para que el otro influya positivamente en nuestra vida sin dominarnos.  Es una relación que fortalece la voluntad y transforma y encauza positivamente a sus miembros. 

Mal aspectado y en posición exaltada indica una relación obsesiva, un magnetismo que no es natural, sino esclavizante. Una relación de poder y dominio que perturba la vida y puede ser oscura. Es una relación que degrada y hunde.
En posición debilitada es indicativo de timidez, lo cual dificulta el acercamiento y el disfrute de la atracción que se siente.  Una actitud demasiado reservada impide la transformación.

El eje nodal

El eje nodal se relaciona con el karma, representando el nodo norte aquellas cualidades que necesitamos incorporar, desarrollar y aprender a manejar en esta vida, y el nodo sur las cualidades, dones o habilidades que hemos desarrollado en otras vidas y que nos pueden ayudar en esta.

Parece ser que para desarrollar estos cometidos hay determinadas personas que tienen un papel importante en nuestra vida, con las que estamos ligadas por “destino” y cumplen una misión en nuestro desarrollo. Las relaciones con personas cuyos planetas tocan nuestros nodos suelen ser transcendentales para nosotros. De alguna forma tienen algo que enseñarnos, nos envían su energía, que esta enseñanza sea por el camino fácil o difícil depende del tipo de aspecto. Si son nuestros planetas los que tocan sus nodos, nosotros tenemos algo que enseñar a esa persona, le enviamos nuestra energía.


Otro contacto importante son los aspectos entre los nodos de dos personas, ya que parecen indicar que de alguna manera están kármicamente conectados. Son personas que suelen atraerse y estar juntos por una misteriosa energía, pero no parece que ninguna esté enseñando nada al otro, sino más bien que tuvieran algún cometido o trabajo para el cual tienen que entrar en contacto, andar un mismo camino en la vida o al menos un mismo trecho. Son personas con las que se experimenta una conexión inmediata, se comparte una sensación de reconocimiento.

Los aspectos en sinastría

Conjunción:  Es una relación entre socios, colaboradores o aliados.
Se comparten cualidades, hay un entendimiento inmediato del otro, una conexión y una atracción. Buena sintonía, se comparten ideas, objetivos, formas de ser, principios o valores. Sentimiento de cercanía porque nos parecemos, debido a las similitudes que compartimos. Se puede funcionar muy bien juntos, la colaboración permite el desarrollo individual y facilita la consecución de los objetivos personales representados por los planetas de cada uno, a la vez que se construye algo en común.
Es una alianza de dos personas que se identifican, se “reconocen” porque pertenecen a una misma categoría. El contacto mejora la situación individual de cada uno.
La persona con el planeta dominante sería la que estimula al otro y le permite un desarrollo positivo y gratificante en el área del planeta que le toca.
La persona con el planeta menos fuerte colabora con el otro, le apoya para que, asimismo, logre los objetivos representados por su planeta.

Sextil: Es una relación de hermanos, colegas o camaradas.
Nos sentimos valorados y apreciados  al expresar ese planeta, la otra persona nos recibe bien. Nos sentimos a gusto y refuerza nuestro sentimiento de valor y autoestima en ese área. Sentimiento de comprensión, comodidad y entendimiento. Atmósfera armoniosa que nos produce equilibrio, confianza y satisfacción.
La persona que tiene el planeta dominante refuerza a la otra, lo que le hace sentirse bien, útil y realizado en la función representada por él.
La persona que tiene el planeta menos fuerte se siente apreciada y estimulada a desarrollar con buen acogimiento la función representada por su planeta, lo que fortalece su sentimiento de autorrealización.

Cuadratura:  Es una relación de patriarca-individuo o autoridad-ciudadano.
La clave  de la cuadratura es respetarse.
El camino correcto para enfrentar este aspecto es dejarse espacio, es decir, no entrometerse en el terreno del otro en las funciones y áreas representadas por esos planetas, mantener un cierto alejamiento y dejar que cada uno haga las cosas a su manera.
La persona con el planeta más débil tiene que aprender a defender su terreno y hacerse respetar, no dar al otro poder sobre él, ni valorar su posición en detrimento de la suya. Esto supone que la vida ha puesto a esa persona en su camino para que aprender a desarrollar ese planeta y aprender a luchar por sus derechos.
La persona con el planeta más fuerte debe aprender a ser más respetuoso y tolerante, no invadir el terreno del prójimo y dar cabida en la relación a la expresión de los demás, permitir que el otro se desarrolle según sus capacidades y necesidades, no intentar imponerle lo que para sí mismo es “lo bueno”. Tiene que aprender a desarrollar la función representada por su planeta de una forma adecuada.

Si la pareja no logra mantener esta actitud de respeto, surge el conflicto. La persona con el planeta dominante tratará de doblegar a la otra, controlarla y hacerle cambiar hacia su posición o visión de las cosas. Es una situación de invasión en la que se instalará una guerra fría entre ambos. La persona que tenga el planeta dominado tendrá la sensación de que no le dejan ser ni expresarse, que siempre están intentando ordenar y le frustran
Se crea un choque continuo que no deja avanzar ni mejorar a  la relación, desarrollándose comportamientos extremistas por ambos lados. Uno por exceso de mando y otro por defecto de expresión, acaban parapetándose en sus posiciones y no dejan “pasar” al contrario.

El final tiene dos caminos: separarse, y de mala manera, normalmente provocado por la persona sometida; o vivir en una situación de sadomasoquismo, en el que la persona dominante ejerce el papel de sádico y la dominada de masoquista.

Trígono:  Es una relación de amistad, ahijamiento o de maestro-discípulo.
Relación de mucho estímulo, reconocimiento y apoyo mutuos. Nos vemos muy favorecidos por el otro para el buen desarrollo de los planetas implicados, nos pone las cosas muy fáciles. Sensación de bienestar, cooperación y fluidez en la relación.
La persona con el planeta menos fuerte se siente estimulada y apoyada, lo que le da mucha confianza y sentimiento de valía. El otro le ayuda para lograr sus objetivos debido a que tiene una mayor posición de poder.
La persona con el planeta dominante se siente muy reconocido, con una gran sensación de valía por poder apoyar y ayudar a otro a desarrollarse. Recibe una buena respuesta por su parte, le compensa.

Oposición:  Es cualquier relación que mantengamos de individuo a individuo como seres independientes, como el noviazgo o la rivalidad.
La clave de la oposición es aprender a convivir.
El camino correcto es pelear limpiamente, hay que hacer cabida en la propia vida al otro, reconocerlo como alguien complementario y enriquecedor. Ambos tienen que hacerse más flexibles, dialogantes e integradores, reconocer que el otro tiene sus derechos y su razón y escucharle.

La persona con el planeta más fuerte debe desarrollar magnanimidad y equidad, reconocer los derechos del otro a reclamar su sitio y atender sus peticiones sin son justas.
La persona con el planeta más débil debe aprender a no llevar la contraria por llevarla, a ser más justa y razonable en sus peticiones.

Si no se logra resolver este conflicto ninguna de las dos parte tendrá paz ni tranquilidad, siempre habrá una lucha y un “sin vivir” en las funciones representadas por esos planetas.
El planeta dominante ganará batallas e impondrá su poder (“partido en el gobierno”), pero siempre tendrá una respuesta negativa y contraria del planeta dominado (“partido en la oposición” o “guerrilla”), que no se conformará y atacará.
Aunque se separen, habrá luchas en los tribunales, por dinero, por los hijos..., por lo que sea, porque la oposición no permite desengancharse como la cuadratura, sino que hay que llegar a un pacto o acuerdo. Será una guerra abierta, hay una oposición, hostilidad y competitividad. Cada uno quiere salirse con la suya y actuar a su manera sin dar su brazo a torcer, sin tener en cuenta para nada las sugerencias del otro. Cada uno tiende a actuar su planeta sin “escuchar” al del otro. Hay una rivalidad por falta de acercamiento y diálogo, por incapacidad para entender lo legítimo de las peticiones del otro. Es una relación de lucha por oposición, simplemente porque los deseos de uno rivalizan con los del otro. 
A la persona con mejor posición La vida le ha puesto una “mosca cojonera” en el camino que no le deja llevar a cabo sus funciones ni sus deseos porque en realidad actúa egoístamente y únicamente teniendo en cuenta sus intereses. 
A la persona con peor posición la vida le ha puesto en una puesto inferior porque no está actuando con cordura, sino también egoístamente. Igualmente tiene que aprender a considerar y reconocer las razones y lo bueno de la otra parte.

El resultado es que cada uno se acaba interponiendo en el camino del otro, le corta su desarrollo por conseguir el suyo propio. Es una situación de lucha continua, en la que cada uno va a lo suyo, que conduce al estancamiento y emponzoñamiento de la relación sin resolver nada ni avanzar hacia ningún lado.
La persona dominante ganará batallas e impondrá su poder (“partido en el gobierno”), pero siempre tendrá una respuesta negativa y contraria de la persona dominada (“partido en la oposición” o “guerrilla”), que no se conformará y atacará.

Semisextil: Es una relación de ayuda o “salvavidas”.
Es una relación de ayuda o favor, en la que uno ofrece al otro un ancla o sujeción para que pueda salir adelante, tener una agarradera. Cada uno ayuda al otro a desarrollar el planeta que le aspecta, pero no es gratis del todo, hay que devolver algo a cambio, sea a nivel material o espiritual. Una de las personas presta algún tipo de auxilio o le hace algún favor, pero el otro tiene que corresponderle de alguna manera. Es una relación en la que cada uno sabe lo que le corresponde y la base que le está prestando al otro, se entienden bien en el sentido de “hoy por ti, mañana por mí”, hay un equilibrio en las concesiones, un trato justo.
La persona con el planeta más fuerte será la que preste el favor al otro ayudándole en el terreno del planeta que le toca, pero a cambio va a recibir también algún tipo de beneficio relacionado con su propio planeta.
La persona con el planeta menos fuerte será la que reciba el auxilio del otro, pero le devolverá algo a cambio, le corresponderá a su vez con alguna compensación.

Semicuadratura:  Es una relación de comercio o intercambio.
El camino correcto es ponerse en el lugar del otro, llegar a entender las necesidades de los demás que podemos cubrir y las necesidades propias que tenemos que pedir que nos cubran para que una relación funcione.
La clave de la semicuadratura es aprender a dar y pedir de los demás. Uno pidiendo lo que es justo del otro, y el otro dando lo que realmente puede de sí.
La persona con el planeta más fuerte tiene que aprender a pedir sin exigir ni abrumar, sino haciendo entender al otro lo que él necesita y que sabe que puede concederle, pero sin abusos.
La persona con el planeta más débil tiene que aprender a “dar la talla”, desarrollar el planeta que le toca con calma, intentarlo y hacer un esfuerzo, no quedarse trabado.

Si no se logra esto habrá una continua incertidumbre en la relación, instalándose en  incesantes peleas o abriendo una brecha cada vez más grande que hará que las personas vivan como si estuvieran separadas.

El resultado es tensión y malestar en la relación por exigencias descomunales de una parte, y sensación de impotencia por la otra. La persona dominante exige a la otra más de lo que puede dar, le coacciona y le impone condiciones o metas desorbitadas, nunca está contento con lo que el otro hace o le ofrece, siente que el otro no le da lo que podría, afectando al área del planeta que le toca. Es un aspecto de insaciabilidad. La persona dominada se siente abrumada, exigida y obligada, con una continua incertidumbre y sentimiento de inseguridad, fracaso e inutilidad en el campo del planeta que le toca. Esto puede llevarle a “pasar de todo”, a no volver a intentarlo.
Este aspecto crea una continua sensación de carencia por ambos lados, de que el otro no nos da lo que necesitamos, como si no “se fuera a ningún lado”, sentimiento de estar intentando algo sin ningún resultado, y tropezando siempre con la misma piedra.

Sesquicuadratura:  Es una relación de examen o prueba.
La clave de la sesquicuadratura es aprender a considerar al otro.
El camino pasa por saber escuchar al otro, el uno no ignorando al otro por considerarle “tonto”, y el otro no considerando las críticas del uno constantemente como un ataque, sin nada constructivo.
La persona con el planeta más fuerte debe aprender a valorar al otro, aunque no haga las cosas perfectas no debe estar siempre recalcándole sus faltas, sino ayudarle para que lo haga mejor utilizando el planeta que le corresponde para ello. Debe enseñar al otro a encontrar su propio valor, no quitárselo tratándole con desconsideración.
La persona con el planeta más débil debe aprender a reconocer sus faltas para poder expresar ese planeta de una forma madura y realmente adecuada. Debe reconocer que le falta un aprendizaje y que el otro puede ayudarle a superarse y hacerlo mejor.

Si no se logra resolver el conflicto se llegará a la mutua ignorancia, cada uno hará caso omiso del otro e irá por libre, llegando incluso al desprecio de cada puntualización que se hagan y no importándole en absoluto lo que el otro tenga que decir al respecto. Habrá una falta total de entendimiento en los terrenos de esos planetas y un atrincheramiento cada uno en su posición. Cada uno se creerá en poder de la razón y a la vez se siente incapaz de hacerse entender, cuando en realidad se trata de suavizar las posturas y aprender a escuchar.

El resultado es una falta de valoración, un cierto grado de rechazo hacia el otro en el campo simbolizado por su planeta, mientras que esta persona tiene una sobrevaloración  con respecto a ese mismo terreno. Esto lleva a una falta de colaboración y de entendimiento por ambas partes, que va minando las fuerzas de ambos y la relación.
La persona con mejor posición rechaza algo del otro, lo desprecia en ese terreno porque considera que no lo está haciendo bien. Pero con su actitud le está continuamente dando de baja y aleccionándole, en cierta manera le aplasta.
La persona peor posicionada también tiene un problema, porque se cree mejor de lo que es en ese terreno, en realidad está expresando esa cualidad de forma inadecuada o inmadura, pero él piensa que lo hace bien y no se le valora. No sabe escuchar lo que el otro puede aconsejarle. Puede caer en una situación de sobrecarga.

Quincucio: Es una relación de matrimonio, asociación o de jefe-empleado.
Cada una de las personas cede o renuncia en parte a sí misma o a algo que posee a favor del otro, para conseguir un beneficio mutuo y un buen funcionamiento de la relación. Pero no es algo que nos pese hacer ni que suponga una privación o mengua de la propia vida, sino al contrario. Cada uno se enriquece con lo que el otro posee, ponen algo propio para edificar sobre ello algo en común, cada uno colabora con lo que tiene. Ambos invierten lo que tienen para lograr algo. En realidad es un negocio, en el que cada socio aporta su capital, sea este monetario, de trabajo, espiritual...
La persona con el planeta más fuerte será la que más ponga en la relación, pero porque lo desea y sabe que con ello va a lograr un beneficio mayor del que ya posee.
La persona con el planeta menos fuerte será la que más “gane” con el intercambio, pero a su vez se sentirá valiosa porque lo que ella puede ofrecer también contribuirá a mejorar la situación de ambos.

Quintil:  Es una relación de profesor-alumno o adelantado aprendiz.
Es una relación con la que ambos disfrutan, lo pasan bien y sienten que están aprendiendo o ganando algo, que de alguna manera es provechosa. Uno enseña algo al otro, le sirve para desarrollar la cualidad del planeta que le toca, pero lo hace a través del juego o de alguna manera que resulta agradable (sería ese profesor que nos cae bien y nos lo pasamos bien en su clase). Tanto uno como otro está adquiriendo experiencia en los campos representados por los respectivos planetas a través de su relación con el otro.
La persona con el planeta más fuerte será la que enseñe más a la otra, porque será quien más sepa o esté más experimentada.
La persona con el planeta menos fuerte será la que más aprenda en la relación, pero a la vez el otro estará también experimentándose a través de ella.

Biquintil:  Es una relación de aventuras amorosas o de consejero-consultante.
Relación en la que uno sirve de guía o consejero al otro, que con su ayuda va desarrollando en un nivel cada vez más elevado las cualidades del planeta que le corresponde, va adquiriendo sabiduría (no sólo experiencia) en ese terreno. Indica que una de las personas (la del planeta más débil) se encuentra en algún problema que el otro le va a ayudar a resolver.
La persona con el planeta más fuerte actúa como guía u orientador del otro, le va dirigiendo pero sin hacer las cosas por él, utilizando la comprensión y dejando que el otro haga para que vaya cultivándose. Interviene sólo cuando hay que enderezar una dirección o comprensión errónea. No es una persona que fuerza a la otra, sino que le enseña. Con esta acción él va adquiriendo a su vez, mayor sabiduría sobre su propio planeta, pero va a hacer las cosas por sí mismo, el otro sólo le orienta. Tampoco es que sea alguien que le va a dar una protección y ayuda fuerte, que sería el trígono.
La persona con el planeta menos fuerte siente que puede acudir al otro en busca de consejo, que le va a ayudar sin interferir, sólo dando una opinión acertada y que despeje el camino. Con el tiempo va ganando mayor dominio sobre su planeta y sintiendo que puede manejar las cosas correctamente y por sí mismo.

Serie del 7:  Es una relación educativa o formativa.
La clave del septil es la adquisición de madurez en la vida, ya que en este tipo de relación tanto una persona como otra pecan de esto, no sacar el sentimiento de valía a expensas de otro o renunciar a uno mismo para que nos cuiden, siendo ambos comportamientos infantiles. En los dos casos se está enmascarando un miedo a quedarnos solos y a que nos abandonen. Se trata de aprender a tener una vida propia y también saber estar solos.
El camino pasa por dejarse libertad, aprender a vivir por uno mismo sin estar siempre pegado al otro. Atreverse a dejar salir al otro o a salir solo, y aprender a confiar y comprobar que por ello no pasa nada.
La persona con el planeta más fuerte debe dejar de interferir y controlar al otro, dejarle en libertad para que “se las apañe”, y con ello a la vez renunciar a vivir de él, buscarse su propio sustento, sea este material, emocional o espiritual.
La persona con el planeta más débil debe dejar de buscar siempre que el otro haga las cosas por él o le diga cómo tiene que actuar. Debe liberarse y atreverse a hacer las cosas por sí mismos, no enganchado al otro.

Si no se logra esto se crea una relación de parasitismo, en la cual la persona dominante se lleva todos los beneficios, viviendo a costa y perjudicando a la persona dominada, que se ve metida cada vez en más embrollos y no es capaz de salir, pero lo consiente.

El resultado es que uno ejerce una mala influencia y un dominio sobre el otro, que se sitúa en una posición de dependencia y enganche. No es como la cuadratura, ya que esta implica un sometimiento forzoso, el septil indica que la persona dominada de alguna manera se deja, quizás por un complejo de inferioridad o por concepciones erróneas sobre el planeta que le toca. Una relación  típica es una pareja en la que uno nunca sale o hace nada sin el otro (la relación gurú-adepto en una secta podría entrar aquí, pero tienen un componente mucho más fuerte que la incluye en la cuadratura).
La persona dominante se da demasiada importancia y adquiere una preponderancia a expensas de la otra. Le manda mensajes de que no vale para nada, y que el único que vale es él y lo suyo, la interfiere y controla, de manera que va adquiriendo el control sobre la vida del otro. La persona dominada se somete “voluntariamente” o sin darse cuenta, creyendo que el otro está por encima suya y en realidad le está ayudando, y que tiene razón. En realidad esconde un sentimiento de inferioridad y de falta de autoestima.

Serie del 9: Es una relación entre congéneres.
Es una relación de gente que mantiene un contacto asiduo aunque no se llegue a la amistad, teniendo ambos una actitud receptiva. Ambos se benefician porque se hacen compañía y sirve de escape por el simple trato con otras personas. Sirve para no perder el contacto con el mundo, no aislarnos y volvernos locos. Uno ayuda al otro a abrirse.
La persona con el planeta más fuerte sirve de mayor estímulo al otro, será el más sociable y el que más abra al otro. A cambio recibirá una buena respuesta y receptividad por parte de la otra persona.
La persona con el planeta menos fuerte acogerá de buen grado el acercamiento de la otra persona, ya que le vendrá bien y le es agradable su compañía.

Serie del 10 :  Es una relación de cortesía.
Es una relación de en la que dos personas se ven todos los días y se saluda pero no tienen trato realmente.  Únicamente se comportan de forma adecuada y se abren la puerta si es necesario, por ejemplo con una persona mayor, un niño o un discapacitado.
La persona con el planeta más fuerte sería el que realiza la acción cortés.
La persona con el planeta más débil recibe ese acto.

Serie del 11:  Es la relación con los amigos o los familiares de los demás.
La clave es aprender a no interferir en la vida de los demás, ser capaces de ver a los demás y entender que nuestros actos pueden tener un efecto en sus vidas aunque no nos demos cuenta.
El camino pasa por aprender a respetar el espacio o el tiempo de otras personas en la vida de ambos, sean amigos, familiares, compañeros...
La persona con el planeta más fuerte debe mantener una actitud respetuosa y no interferir por actitudes egoístas o desconsideradas.
La persona con el planeta menos fuerte debe aprender a dejarse ver o notar para que los demás no actuaran como si no existiera.

Si no se logra, se crea un conflicto en el que el ambiente de una de las personas prevalecerá, mientras que el ambiente de la otra no tendrá cabida en la relación.
La persona con el planeta más fuerte absorberá todo el espacio y el tiempo de la otra penetrando con sus relaciones.
La persona con el planeta menos fuerte verá que sus propias relaciones no tienen cabida en la vida del otro.


El resultado será un progresivo dominio del tiempo y el espacio por parte de una de las personas con sus relaciones y un abandono de las relaciones del otro.  La reacción puede ser un progresivo alejamiento de las dos personas por falta de compartir cosas de la vida del otro, o la aceptación de la persona con el planeta más débil de las relaciones y el ambiente del otro mientras que renuncia a sus propias amistades y familia.