domingo, 28 de mayo de 2017

Eclipses y lunaciones

Las lunaciones y eclipses también son un tipo especial de tránsito.  Son importantes catalizadores, activando los aspectos de cualquier planeta, natal, en tránsito o progresión, con el que hagan contacto con un orbe de 2º. 
En realidad están combinando la fuerza catalizadora del Sol y de la Luna.  En Luna Nueva, el Sol y la Luna se encuentran en conjunción, y aúnan sus fuerzas para impulsar cualquier punto de la carta que toquen.  En Luna Llena, el Sol y la Luna se encuentran en oposición, haciendo lo mismo, pero cada uno en una dirección y con una influencia distinta.

Las lunaciones tienen menos fuerza que los eclipses, produciéndose todos los meses, y haciendo referencia a pequeños sucesos o acontecimientos de la vida ordinaria.  Los eclipses son más escasos, produciéndose tres o cuatro a lo largo del año, e influyendo en acontecimientos más importantes del mismo.  Aún así, tanto unos como otros no tienen la misma importancia en todas las personas, siendo tan sólo influyentes si tocan algún punto de la carta con un orbe reducido, y muy influyentes si el aspecto que hacen es de conjunción.

El ciclo de las lunaciones hay que estudiarlo como un continuo, iniciándose en Luna Nueva y acabando en Luna Balsámica, pero siendo sus puntos culminantes la Luna Nueva y la Luna Llena.

La conjunción de la Luna Nueva con algún punto de la carta parece que despierta esa energía y que algo relacionado con ello comienza a producirse.  Es un momento en que algo se comienza a engendrar, se toman decisiones y nos ponemos en marcha.

La conjunción del Sol o la Luna en Luna Llena con algún punto de la carta implica que el otro está en oposición, con los que entran en juego dos signos y dos sectores que tenemos que intentar integrar.  Lo que se comenzó en Luna Nueva tiene ahora su manifestación, entrando en juego también la casa opuesta. 

Los eclipses siempre tuvieron indicaciones nefastas en astrología, asociándose las mismas con el bloqueo de la luz transmitida por las luminarias a la Tierra.   Se producen cuando la Luna hace conjunción con su propio nodo.  El eclipse solar se produce en Luna Nueva, y es seguido por un eclipse lunar en Luna Llena 14 días después. 

Parecen indicar la necesidad de ajustes y reflexión en ciertos momentos del año, como si algo bloqueara nuestro funcionamiento normal y nos impidiera seguir con nuestro ritmo.  Si toca algún punto de la carta este se verá muy afectado, al igual que la casa en la que cae.

Los eclipses de Sol afectan a la vitalidad, la vida consciente, la energía y la acción, pudiendo encarnarse en una pequeña enfermedad como una gripe...

Los eclipses de Luna influyen en las emociones, el estado de ánimo, el inconsciente, el sueño..., pudiendo encarnarse en momentos de “bajón”.

En ambos casos hay que hacer una limpieza o una cura para poder seguir adelante, librándonos de actitudes, conductas o actividades que no nos favorecen.  Para ello tenemos el período de 1 año en el caso de los eclipses solares y de 4 meses en el caso de los lunares.

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