El simbolismo de una experiencia determinada estará presente
en la vida de todas las personas que tengan la misma combinación planeta-signo,
pero los aspectos específicos que forme ese planeta revelarán el grado de
facilidad o dificultad con que la persona pueda vivirla, así como la actitud
que debería tomar hacia ella.
La gran diferenciación que se hace entre los aspectos para
determinar su significado es su clasificación en aspectos buenos o
fluidos y aspectos malos o tensos. Normalmente se interpretan los aspectos
fluidos como una armonía dentro de la persona, que a su vez le deparará cosas
buenas en su vida, y los aspectos tensos como conflictos internos que se
manifestarán como problemas en su existencia.
Pero yo creo que no es tanto esto, como una indicación del tipo
de relación que debemos mantener entre esos factores. Los aspectos nos indican el comportamiento
que deberíamos adoptar cada uno para expresar el impulso que los
planetas en los signos representan.
Dependiendo del aspecto, debemos tomar una actitud entre esos dos campos
que entran en juego en nuestra vida. Más
que aspectos buenos y malos, creo que por naturaleza nos cuesta más tomar una
actitud que otra, y esto es lo que complica el funcionamiento de ambos. Con los buenos aspectos nos resulta fácil
actuar y tomar la actitud adecuada, mientras que para los malos aspectos nos
resulta complicado llevar adecuadamente la relación.
Los aspectos tensos revelan donde nos podemos encontrar con
las mayores dificultades, problemas o pruebas en la vida de una persona. Son funciones que puede costar manejar correctamente. Si la persona no lleva adecuadamente la
relación se reflejará externamente en dificultades relacionadas con los ámbitos
de la vida simbolizados por las casas en las que se encuentran los planetas. Para lograr suavizar el conflicto se hace
necesaria una comprensión y un reajuste en la manera de llevar las cosas en
esos ámbitos.
De acuerdo con todo
esto, se considerarían aspectos fluidos aquellos cuya relación es
más amigable, teniendo un trato llevadero y fácil de actuar. Suelen se indicativo de una vida cómoda y sin
dificultades, producida por un carácter calmado.
Entre los aspectos
mayores serían fluidos la conjunción, el trígono y el sextil. Entre los
menores, el semisextil, el quincuncio, el quintil, el biquintil, el decil, el
tridecil, y la serie del nueve.
Se considerarían aspectos
tensos aquellos cuya relación no es tan amigable, sino que tienen que
tener una relación con cierta separación.
Suelen resultarnos más difíciles de actuar. Mal llevados pueden indicar continuas crisis
que enfrentar en la vida y obstáculos que atravesar, debido a un carácter
difícil.
Entre los aspectos
mayores serían tensos la oposición y la cuadratura. Entre los aspectos menores, la semicuadratura
y sesquicuadratura, y las series del siete y del once.
Conjunción: Separación entre planetas de 0º.
Orbe de 12º.
Los planetas comparten cualidades, hay una conexión entre ambas facetas de la personalidad. Son dos aspectos de la persona que funcionan
muy bien juntos, la sintonía permite la colaboración entre
ambas funciones facilitando la consecución de los objetivos representados por cada planeta.
El planeta más fuerte estimula al otro, mientras que
el planeta menos fuerte colabora con el anterior.
El símil es una relación de alianza
o sociedad, como la de los “grandes hombres” y sus colaboradores, que luchan por un proyecto. Se unen para alcanzar un objetivo común, pero
a la vez el contacto mejora la situación individual de cada uno.
Sextil: Separación de 60º. Orbe de 4º.
Sensación de comodidad y entendimiento
entre ambas facetas de nuestra vida. Atmósfera armoniosa que nos produce
equilibrio, confianza y satisfacción. Refuerza nuestro sentimiento de valor y
autoestima en esas áreas.
El planeta más fuerte refuerza al otro, mientras que
el planeta menos fuerte se siente
estimulado a desarrollarse. Es un trato de amistoso,
los planetas sintonizan bien.
Sería una relación entre hermanos, vecinos,
compañeros de estudios... (III) o entre gente de un mismo grupo o fraternidad (XI).
Cuadratura:
Separación de 90º. Orbe de 7º.
Es una relación directiva,
en la que una parte de nuestra personalidad debe dirigir a la otra, pero debe
hacerlo desde el respeto. El planeta más fuerte tiene más
peso en la vida de la persona y debe llevar la voz cantante, pero también tiene
que dejar cierto espacio y autonomía al planeta
menos fuerte para que este pueda, asimismo, llevar a cabo su tarea. El planeta dominante marca las directrices
para lograr optimizar la vida y el otro ejerce su labor desde una posición
subordinada.
El símil sería la relación del individuo
con el Estado y sus organismos, o con
una autoridad (X), ya que estos están encaminados a hacer cumplir unas leyes o
normas para garantizar el funcionamiento de la sociedad; asimismo podría ser la
relación del individuo con su clan familiar (IV), que también posee unas costumbres
necesarias que intenta hacer respetar. Estas relaciones bien llevadas tienen su
sentido como forma de regular la convivencia entre los sujetos de una
comunidad, el problema viene cuando se comportan de forma coercitiva y sin
respeto por las personas.
Mal llevado el planeta dominante invade la vida y
doblega la esfera del otro planeta.
Tratamos de mantener bajo unas normas inadecuadas el planeta dominado,
con lo que lo frustramos y no nos permitimos
desarrollarlo.
Se crea un choque continuo
entre ambas áreas de nuestra vida que no deja avanzar ni mejorar en ninguna de
ellas. Una por exceso de celo y otra por defecto de expresión, acaban
petrificándose.
En la esfera del planeta dominante tenemos que
aprender a dejar terreno al otro lado, no invadir el terreno de la otra parte
de nuestra personalidad y dar cabida en nuestra vida a la expresión de esa otra
función. En la esfera del planeta dominado tenemos que dejar de ceder
terreno a favor del otro y reconocer su espacio en nuestra vida. Si no podemos
resolver esta situación nos creamos en esta esfera una continua sensación de
frustración.
Si no logramos
superar esta prueba tenemos dos caminos: la
escisión de la personalidad, normalmente provocada por la acción del
planeta sometido; o vivir en un mecanismo de dominación-alienación
o represión, en el que el planeta dominante ejerce todo el poder y en el
área del planeta dominado nos doblegamos y cedemos terreno hacia el otro.
Trígono: Separación de 120º. Orbe de 9º.
Es una relación de protección en
la que el planeta más fuerte nos sirve para ayudar a desarrollar el planeta
menos fuerte. El primero tiene una
posición privilegiada que nos favorece para desarrollar el segundo.
Sensación de bienestar, cooperación
y fluidez en la relación.
Ambos planetas se procuran mucho estímulo
y apoyo mutuos. Es un aspecto que
nos proporciona un
sentimiento de confianza, apoyo y valía.
El símil es la relación de mecenas-ahijado
o padre-hijo (V), o maestro-discípulo
(IX), en la que uno, con unos medios superiores ayuda al otro
(“enchufa”) para pueda desarrollarse y mejorar en la vida, mientras este le
corresponde con su labor.
Oposición: Separación de 180º. Orbe de 10º.
Relación complementaria, en
la que se trata de llegar a un equilibrio de fuerzas, integrando ambas facetas
de nuestra personalidad. Hay que hacer
cabida en la propia vida a posturas que parecen contradictorias, pero que en
realidad son complementarias y nos enriquecen. Tenemos que ser capaces de vivir
ambas facetas, llegando a un equilibrio en esas áreas. Debemos hacer
espacio para ambas cosas en nuestra vida, lograr integrarlas
.
El planeta más fuerte tiene la posición de poder,
pero se engrandece y enriquece teniendo en cuenta los intereses del otro. El planeta menos fuerte realiza el
papel secundario pero necesario para el desarrollo adecuado de la vida de la
persona, funciona como contrapunto para evitar la polarización exclusiva hacia
la otra área.
El símil sería la relación gobierno-oposición,
contertulios o competidores, también entre novios o entre
dos personas cualquiera que tienen que llegar a entenderse y a la vez
defender sus posiciones e intereses. El noviazgo es el ejemplo más obvio, ya que se trata de
dos personas con sus intereses, gustos y forma de entender la vida que deben aceptar y querer al otro como ser
independiente. Es una relación de
preparación para aprender a preservar la propia libertad y a la vez respetar la
del otro. El problema surge cuando ambos tratan de defender únicamente sus
propios intereses sin tener en cuenta al otro.
Mal llevado: Se
instala una guerra o batalla campal entre esas dos áreas de la vida. Otorgamos
al planeta dominante la posición
de mando, actuando como si el planeta
dominado no formara parte de nuestra personalidad, negándolo. Pero este se opone
constantemente al primero, frenando de esta manera sus objetivos.
Es una guerra abierta, hay
una rivalidad entre dos facetas de nuestra personalidad por falta de
entendimiento, por incapacidad para comprender lo legítimo de ambas posturas.
Es una relación de lucha por oposición, simplemente porque los deseos de una
parte nuestra rivalizan con los de otra.
El resultado es que cada planeta se acaba interponiendo en
el camino del otro, le corta su desarrollo por conseguir el suyo propio. Es una
situación de lucha continua, en la que nos vemos tironeados en dos direcciones
opuestas, que conduce al estancamiento y emponzoñamiento
de la vida sin resolver nada ni avanzar hacia ningún lado.
En el área del planeta dominante debemos actuar con
mayor equidad, reconociendo la necesidad y el valor del planeta dominado
en nuestra vida. Pero en el área del
segundo también debemos aprender a ser más razonables, y actuar desde la
posición secundaria en la que se encuentra.
Si no se logra resolver este conflicto nos
instalaremos en un mecanismo de egotismo-negación
(proyección). Pero no
tendremos paz ni tranquilidad, siempre habrá una lucha y un “sin vivir” en las
funciones representadas por esos planetas. Aunque separemos ambos territorios
de nuestra vida, habrá luchas entre ellos,
porque la oposición no permite desengancharse como la cuadratura, sino que hay
que llegar a un pacto o acuerdo.
Semisextil: Separación de 30º. Orbe de 2º.
Es una relación basada en el trueque,
en la que el planeta más fuerte ofrece al otro un ancla para salir adelante, le proporciona una plataforma para su
desarrollo, pero a cambio va a recibir también algún tipo de compensación. El planeta menos fuerte será el que reciba
el auxilio del otro, pero le devolverá algo a cambio.
El símil es un préstamo sin interés
(II) de un familiar, en el que se
devolverá la misma cantidad o algo equivalente, pero sin que el prestamista se
lucre. También entraría aquí cualquier tipo de ayuda, sea espiritual o de
cualquier otro tipo, como la recibida de organizaciones
religiosas o benéficas (XII). Aquí la contraprestación suele ser en
trabajos o colaboraciones para esas comunidades.
Semicuadratura: Separación de 45º. Orbe de 3º.
Es una relación de negocios, intercambio
o comercio.
El planeta más fuerte es el que posee el producto más
interesante, y que resulta necesario para el desarrollo del planeta menos
fuerte, pero este le procura a cambio un beneficio. Son
facetas de nuestra vida que deben beneficiarse mutuamente.
El símil en la relación vendedor-comprador
o prestamista-prestatario (II) o entre el individuo y un grupo al que está asociado
(XI). Son personas u organizaciones que
viven de los beneficios que obtienen prestando algún servicio. En principio esto es legítimo, pero el
problema viene cuando el interés y las exigencias se tornan abusivas
Mal llevado:
En la esfera del planeta dominante nos creamos unas exigencias desorbitadas, nunca estamos contentos con
lo que logramos o poseemos. Es un
aspecto de insaciabilidad. Esto impide al planeta dominado su
desarrollo, teniendo en este campo una continua incertidumbre y sentimiento de
inseguridad, impotencia e inutilidad. Este
aspecto crea una continua sensación de carencia,
de que no logramos lo que necesitamos, como si no “fuéramos a ningún lado”,
sentimiento de estar intentando algo sin ningún resultado, y tropezando siempre
con la misma piedra.
En la esfera del planeta dominante tenemos que
aprender a conformarnos, no esperar siempre más. En la esfera del planeta dominado
debemos tratar de no rendirnos y tratar de obtener las mejores condiciones.
El camino para resolver la semicuadratura es entender que ambos
factores de nuestra personalidad se necesitan,
que no podemos lograr uno a expensas del otro.
Si no se logra resolver, habrá una continua
incertidumbre, instalándonos en una lucha incesante por conseguir las
exigencias del planeta dominante, mientras hundimos cada vez más la esfera del
planeta dominado. El mecanismo es de racionalización-justificación.
Sesquicuadratura: Separación de 135º. Orbe de 3º.
Se trata de una relación de auditoría. El planeta más fuerte realiza una
labor de revisión con respecto a la actuación del planeta menos fuerte,
buscando su optimización. Es un aspecto
en que ambas facetas de la personalidad deben estimular la mejoría de la otra.
El símil es la relación examinador-examinado
(Casa V) o auditor-empresa (Casa VIII). En principio este tipo de entrevistas sirven
para analizar el nivel de las situaciones y tratar de mejorar subsanando los
posibles errores, pero el problema viene cuando las preguntas son imposibles de
contestar, las pruebas de demasiado nivel o la preparación insuficiente.
Mal llevado: En
la esfera del planeta dominante sobrevaloramos
nuestra labor y preparación, dándonos más importancia de la que poseemos. Nos convertimos en seres prepotentes, pero
pensamos que lo estamos haciendo bien y que no se nos valora.. En la esfera del planeta dominado no
nos esforzamos en absoluto, nos infravaloramos y
nos sentimos incapaces. Esto lleva a una
falta de colaboración y de entendimiento por ambas partes, que hace que nos
sintamos incomprendidos en ambas áreas de
nuestra vida.
En el terreno del planeta dominante debemos dejar de
sobrevalorarnos, mientras que en el terreno del planeta dominado debemos
intentar esforzarnos por las cosas, dejar de infravalorarnos.
El camino para resolver la sesquicuadratura pasa por suavizar las posturas, entendiendo que en ambas áreas
de nuestra vida podemos mejorar, y que esos
planetas se necesitan mutuamente para lograrlo.
Si no se logra resolver el conflicto se llegará a la mutua ignorancia y a una
falta total de entendimiento en los terrenos de esos planetas. Esta postura esconde un mecanismo de superioridad-inferioridad.
Quincucio:
Separación de 150º. Orbe
de 3º.
Es una relación de asociación,
en la que ambos planetas se procuran un beneficio
recíproco, conviven bien. Las dos partes cooperan bien, trabajan juntas
y cada una se beneficia con la acción de la otra. Amoldamos y adaptamos ambas
funciones para que ambas cooperen y se complementen en nuestra vida,
derivándose de ello un beneficio en ambas esferas.
El planeta más fuerte será el que procure un mayor
bienestar al otro, el que tenga más medios, mientras que el planeta menos fuerte también
contribuirá a mejorar la situación del anterior.
El símil es una relación de trabajo
(Casa VI): paciente-médico, patrón-sirviente o jornalero, compañeros de
trabajo, personas que conviven en una casa, ama/o de casa - cualquier
profesional liberal (abogado, fontanero, jornalero...); o una relación de socios (Casa VIII): matrimonio, socios de
un negocio, persona que deja una
herencia-heredero... Son relaciones en
la que cada persona colabora con alguna tarea para lograr un beneficio
recíproco, cada uno aporta su capital, sea este monetario, de trabajo,
espiritual... Las herencias o el trabajo
diario serían un ejemplo de este aspecto debido a que se basan en la
cooperación. Las herencias no son por nada,
generalmente se ha realizado un sacrificio o una labor para que alguien nos
deje sus posesiones cuando parte. El trabajo es
aquella función que realizamos para el buen funcionamiento del hogar y de las
personas que en él conviven y para procurarnos los medios de subsistencia. El matrimonio es una relación a través de la cual aprendemos que
es necesario cooperar y adaptarse para el buen funcionamiento de la
pareja.
Quintil:
Separación de 72º. Orbe de 4º.
Relación de aprendizaje en
la que ambos planetas se sirven mutuamente para adquirir una experiencia
teórica o práctica. Es una relación provechosa para ambas funciones, e indica cosas que
disfrutamos haciendo juntas.
El planeta más fuerte será nuestra función más
experimentada. El planeta menos
fuerte se servirá del otro para aprender.
El símil es una relación de profesor-alumno
(III), en la cual se trata de que el primero enseñe cosas prácticas al
otro para la vida. También sería la
relación adelantado-aprendiz (X), relación
laboral en la que la persona más antigua en la empresa enseña al otro su
funcionamiento.
Biquintil: Separación
de 144º. Orbe de 2º.
Relación de asesoramiento,
en la que vamos adquiriendo templanza para la vida. El planeta más fuerte guía u orienta
al otro en su camino para que desarrolle sus cualidades, y con ello va
adquiriendo mayor madurez. El planeta
menos fuerte va ganando dominio en su terreno gracias a que va resolviendo,
con la ayuda del otro planeta, las pruebas que se le presentan.
El símil es una relación psicoanalista-consultante
(Casa VIII), médico-paciente o abogado-cliente,
en la que el primero ayuda al segundo a comprender y encauzar la vida. También
sería el aspecto de las aventuras amorosas (Casa
V), en la que el amante asumiría el papel de guía y el amado de guiado (el
representado por Sócrates y sus amantes), ya que estas relaciones tienen un
componente de adquisición de bagaje para la vida, aunque su fin no sea el
matrimonio. También el amor platónico o enamoramiento podría enmarcarse aquí, ya que uno
siente algo especial con respecto al otro y disfruta y aprende algo con la
relación, aunque no se trate de algo físico ni sexual.
Serie del 7:
Orbe de 1º. Su aspecto principal
es el Septil: Separación de 52º.
El Biseptil: Separación de103º. El Triseptil. Separación de 154º.
Relación educativa, cuyo fin
es la adquisición de práctica y conocimientos para conseguir una madurez y
autonomía en la vida. Una de las partes
de nuestra personalidad rige el comportamiento de la otra como una etapa normal
y necesaria para su desarrollo mientras aprendemos a manejarla.
El planeta más fuerte sirve para la formación del
otro, mientras que el planeta menos fuerte va realizando su desarrollo
gracias al apoyo del primero.
El símil sería la relación de padres-hijos
(II) o la relación creador-creaturas,
como simbolizan los dioses creadores y los hombres (XI). En estas relaciones el
hijo depende en cierta medida del padre y este le mantendrá económica y
emocionalmente durante una época en la vida.
Mal llevado:
En la esfera del planeta dominante nos encargamos de todo, no
dejamos que nadie intervenga, manteniendo nosotros el control
sobre todo. Esta actitud impide
que la esfera del planeta dominado puede desarrollarse, permaneciendo en
ella en un estado de inmadurez y dependencia.
El camino para resolver el septil pasa por la
adquisición de autonomía bien entendida en
ambos terrenos. Con el planeta dominante
debemos relajarnos y aceptar alguna ayuda u opinión, mientras que con el
planeta dominado debemos adquirir independencia.
Si no se logra esto se crea una situación de sublimación-parasitismo, en la cual elevamos la esfera
del planeta dominante perjudicando al planeta dominado.
Serie del 9:
Orbe de 2º. Su aspecto principal
es el Novil: Separación de 40º.
Los otros dos aspectos de esta serie son:
El Binovil: Separación de 80º. El Cuatrinovil: Separación
de160º.
Relación de trato cotidiano
entre congéneres y trato amigable. El planeta más fuerte nos servirá para
abrir al otro un poco de camino. En la
esfera del planeta menos fuerte nos beneficiaremos de la buena
disposición que poseemos en el otro terreno.
El símil sería el trato con gente del mismo edificio en que
se vive (II) o con gente con la que se comparten lugares de trabajo,
estudios... (XI). Son congéneres. Sirve para no perder el contacto con el
mundo, no aislarnos y volvernos locos.
Serie del 10:
Su orbe es de 1º. Su aspecto
principal es el Decil: Separación de 36º.
Su otro aspecto es el Tridecil: Separación de
108º.
Relación de gente que se cruza en
el camino y se deja paso, ya que cada uno lleva su propia
dirección. Se trata de una actitud
respetuosa y amable. El planeta mejor
ubicado le facilita el camino al otro por saber actuar correctamente en las
situaciones.
El símil sería el portero de una casa o un vecino que te
sujeta la puerta, gente que te cede el paso en la calle.... La base de la relación es la cortesía.
Serie del 11:
Su orbe es de 32’. Su aspecto
principal es el Oncil: Separación de 32º43’.
Los otros aspectos de esta serie son:
Bioncil: Separación de 65º27’. Trioncil: Separación de 98º10’. Cuatrioncil: Separación de 130º54’.
Quintooncil: Separación de 163º.
Relación de no interferencia, se
trataría de dos esferas de nuestra vida que siguen cada una su camino, se ven
pero no se cruzan. No tienen relación y
su actitud es respetuosa
respecto al campo de la otra, aunque el planeta más fuerte tiene mayor
peso en nuestra existencia.
El símil sería una relación con un amigo
de un amigo, con la familia política de tus padres, hermanos, etc... con
la gente que se conoce porque forman parte de la vida de personas de la
nuestra, pero con quien en realidad no tenemos trato. Una actitud de distancia es en principio es
adecuada, pero el problema se presenta cuando una esfera de nuestra vida actúa
como si la otra no existiera y nos absorbe.
Mal llevado: La
esfera del planeta dominante absorbe
nuestro tiempo produciendo pequeñas contrariedades, disgustos
o adversidades en la esfera del planeta dominado, que ve menguado cada
vez en mayor medida su papel en nuestra vida.
El camino para resolver la tensión es aprender que
hay un tiempo para cada cosa en la vida, y que ambas esferas necesitan que nos ocupemos de
ellas. Debemos reservar un espacio para
cada una de ellas, pero sin juntarlas porque no tiene sentido.
Si no se logra resolver este conflicto, una parcela
de nuestra vida tendrá toda nuestra atención y para la otra nunca hallaremos
tiempo, las cosas en ella siempre se nos torcerán porque en realidad no la
atendemos en condiciones.
Hola María, muchísimas gracias por este trabajo tuyo. Me ha servido y creo que seguirá haciéndolo. También soy una apasionada de la Astrología me parece fascinante y eso que dices de los símbolos, pienso igual. Muchas gracias de nuevo.. Que la Gracia te siga acompañando..
ResponderEliminarhola Maria, me encantó toda la información y cómo lo explicas, solo me queda una duda, el símil ¿que significa?, ¿que orbe tiene? o es si lo integras bien el aspecto entre los dos planetas
ResponderEliminarCreo que te has liado... el símil no es ningún concepto astrológico. Lo empleo con el significado de similitud con algo
Eliminar