En muchos manuales de astrología equiparan el significado de
los planetas en las casas al de los planetas en los signos que corresponden
naturalmente a estas. Yo creo que esto
no es correcto, ya que los signos simbolizan cualidades y las casas son áreas
de la vida donde las energías se manifiestan.
La clave para entender las casas es asimilar que se basan en
la división del día en horas, y que cada hora del día es
un momento adecuado para realizar cierto tipo de actividad. Cuando la vida se vivía de acuerdo a la
naturaleza y aún no había adelantos técnicos estos momentos eran mucho más
patentes, pero ahora nos cuesta entenderlos.
La hora primera del día, representada por la casa I, sería el momento de
dedicarnos al aseo y las tareas personales..., la hora cuarta, representada por
la casa IV, sería el momento de reunirnos con la gente para comer, la hora
quinta sería la adecuada para descansar o echarse la siesta, la hora sexta,
cuando el Sol está ya bajo, la de ir a trabajar, la hora séptima, cuando el Sol
está cruzando el horizonte oeste para ocultarse, la hora de recogerse...
Todas las casas se asocian también a ciertas
relaciones, ya que en los ambientes en que nos movemos siempre
mantenemos algún tipo de contacto con otras personas. Estas relaciones van configurando parte de
nuestra vida y nuestro carácter.
Casa I: Representa
la primera hora del día, el amanecer, cuando el Sol está cruzando el
horizonte.
En la existencia diaria representa el momento del despertar,
la hora en que uno se encuentra consigo mismo, pero oye a lo lejos el bullicio
del día.
Tradicionalmente se ha asociado esta casa con el Yo, la
persona o el cuerpo.
Lo que simboliza son los recursos personales,
y el primero de estos recursos, y el único que tenemos al nacer, es nuestro cuerpo:
según sean sus características tendremos unas dotes y unas limitaciones. Hasta que el nacimiento no se ha completado
no podemos conocer realmente cómo va a ser nuestro organismo, ya que antes no
sabemos cómo se desarrollará la experiencia del alumbramiento y de qué manera
marcará nuestra personalidad. A pesar de
las ecografías tampoco vemos cómo es el recién nacido hasta que no lo tenemos
en nuestros brazos.
Por ello la casa I representa aquellos útiles con los que
llegamos al mundo, sean estos físicos o psicológicos, y que nos van a
servir para desenvolvernos en la vida.
Este bagaje con el que comenzamos la existencia es congénito, es decir
se adquiere durante la gestación y la experiencia del nacimiento.
A medida que avanza la vida este sector representará todo
aquello que vamos adquiriendo por nosotros mismos y con nuestros medios, nuestras
posesiones, sea ropa, libros, una casa....
En el nivel de relación, se refiere a los
ratos que pasamos en solitario, en nuestro feudo, simboliza la relación que
tenemos con nosotros mismos.
Como parte del cuerpo, la casa I se asocia con
la cabeza y la cara. Por ello,
también representa el aspecto de nuestro rostro: belleza, fiereza.... La cara es el espejo del alma, es decir, el
lugar donde se refleja el resto de nuestro organismo.
En el nivel mental, representa el carácter,
siendo este la característica psicológica más representativa de la personalidad,
aquella con la que vamos a encarar la existencia.
En relación con los tránsitos, cualquier
planeta que esté atravesando esta casa indica la adquisición de algún nuevo
recurso. Cualquier aspecto que reciba
esta casa simboliza algún tipo de función en la que intervienen nuestros
recursos.
Casa II: Representa la segunda hora del día.
En el ciclo del día representa
aquel momento en que nos percatamos del tiempo que hace, y según el cual
realizaremos unas actividades u otras, nos organizamos.
Tradicionalmente se ha asociado esta casa como el sector de
los bienes y recursos con los que cuenta la persona.
Pero yo dejaría esta definición para la casa I, atribuyendo
al sector II las condiciones de vida con las que nos encontramos en la
casa paterna, es decir, nuestras primeras condiciones de vida y
crianza, y que van a influir posteriormente en nuestra manera de abordar la
vida. Por tanto, representa aquellos recursos
con los que contamos según en la familia en que hayamos nacido o que nos haya
criado.
Es el ambiente familiar con el que nos encontramos y
dentro del cual tenemos que desarrollarnos y crecer, y al cual tenemos que
adaptarnos.
En el nivel de relación, se refiere a nuestro
trato con nuestros padres o aquellas personas con las que convivimos y
se encargan de nuestro cuidado mientras crecemos.
Como parte del cuerpo, esta casa se refiere a
la zona del cuello y la garganta.
Es la parte del cuerpo que sustenta la cabeza y permite su unión con el
resto del cuerpo.
En el nivel mental, representa los hábitos
adquiridos, aquellas pautas de conducta que vamos a adoptar a fuerza de
tener que adaptarnos a los primeros condicionantes externos con los que nos
encontramos en la existencia.
En relación con los tránsitos, cualquier
movimiento en este sector indica algún tipo de cambio en la vida familiar
parental. La relación con nuestros
padres puede ser mejor o peor, pero sigue a lo largo de toda nuestra vida,
incluso aunque los padres mueran dejan una herencia o un legado que forma parte
de nuestra existencia.
Casa III:
Representa la tercera hora del día.
En el ciclo diario representa el momento en que salimos
de casa, nos cruzamos con las personas que nos rodean y realizamos las primeras
tareas del día, es decir las tareas domésticas.
Tradicionalmente se ha asociado esta casa con los
transportes y los viajes cortos, los hermanos y el vecindario.
El vecindario se refiere a aquellas instalaciones y
personas que visitamos diariamente: la escuela, el transporte público,
el mercado, las fincas, la calle de juegos, etc.... Por ello hace referencia a nuestras
actividades diarias, la vida cotidiana y las relaciones vecinales. Este entorno representa los primeros recursos
públicos con los que vamos a poder contar, los servicios a que tengamos acceso
en nuestro medio influirán en nuestro aprendizaje.
Con los hermanos y vecinos, esta casa describe las
primeras relaciones que vamos a mantener con iguales, no con adultos. La finalidad de estas relaciones es lograr
una sociabilidad.
La casa III indica nuestro entorno inmediato,
aquel lugar donde está ubicada nuestra vivienda y sus habitantes: en un medio
urbano sería nuestra ciudad, y en un medio rural nuestro pueblo y aquellos
pueblos que frecuentamos.
En el nivel de relación se refiere al trato que
vamos a mantener con vecinos, hermanos, o cualquier persona que
forme parte de los ambientes cotidianos en que nos movemos. Aunque los hermanos formarían parte de
nuestro hogar (casa II), nuestra relación con ellos tiene distinto matiz que
aquella que mantenemos con nuestros criadores.
Como parte del cuerpo, esta casa se refiere a
las extremidades superiores. Es decir, manos y brazos, aquellos que nos
permiten tocar y coger, estudiar y manipular las cosas que nos rodean.
En el nivel mental, representa las habilidades
aprendidas, aquellas destrezas que vamos adquiriendo porque otros nos los
transmiten y vamos asimilando por aprendizaje e imitación. Las comunidades humanas transmiten a sus
nuevos miembros los conocimientos que han ido descubriendo a lo largo de la
historia y que son útiles para la vida.
En relación con los tránsitos, cualquier
movimiento en este sector indica cambios en nuestro entorno: llegada o partida
de gente, acceso a distintas instalaciones de las frecuentadas hasta
entonces.... Cambios en la relación que
mantenemos con ese entorno natal, ya que aunque nos mudemos (casa IX), siempre
mantenemos algún tipo de relación o de recuerdo con nuestro primer ambiente.
Casa IV: Representa
la cuarta hora del día, es decir, el mediodía, cuando el Sol se encuentra en el
sur, en el punto más elevado de su trayectoria diaria, y cruza el meridiano.
En la vida diaria la casa IV se refiere al momento de hacer
una parada, reunirnos con los familiares para almorzar y compartir los
sucesos del día e intercambiar opiniones.
Tradicionalmente se ha asociado este sector con el hogar y
la familia, aunque más tarde se ha limitado al padre o la madre, según los
autores. También se ha asociado a los
bienes inmuebles.
No creo que esta casa haga referencia a los progenitores en
su labor de crianza, que dejaría para la casa II, sino más bien a la familia
como clan, la “tribu” a la que pertenecemos, y de la cual los padres
son los exponentes más cercanos que tenemos.
Cuando las familias eran grandes y convivían abuelos, padres, tíos,
hermanos, etc... este sector hacía referencia a esa parcela de la vida,
refiriéndose a nuestros ancestros y aquellas personas mayores que
educaban a los más pequeños a la vida en la comunidad familiar, con sus
normas y sus quehaceres. Hoy en día, con
las familias nucleares, quizás haya que limitar esta casa a las experiencias de
reuniones familiares en casa de abuelos, que normalmente se
producen el fin de semana, aunque depende de la vida familiar particular de
cada núcleo. La vida en familia nos
obliga a respetar a los demás y adaptarnos a la convivencia ajena, nos enseña a
comportarnos correctamente aprendiendo de las enseñanzas de los más
viejos.
Esta casa también hace referencia al gremio social al
que pertenecemos, y el cual va a
procurarnos unos recursos y habilidades para desenvolvernos después en
la vida: si pertenecemos a una familia de aristócratas tendremos unos recursos,
si pertenecemos a una familia de artistas otras, y si formamos parte de una
familia de agricultores unas diferentes...
En el nivel de relación, esta casa hace
referencia a nuestro trato con los patriarcas, es decir, con los más
viejos de nuestra familia, los que mantienen y preservan la estructura y
organización necesaria para la vida en la comunidad familiar.
Como parte del cuerpo, este sector se refiere
a la zona clavicular y mamaria.
En el nivel mental, representa las habilidades
heredadas de nuestros mayores, aquello que aprendemos a realizar por
pertenecer a un determinado clan familiar.
Los familiares enseñan aquellos conocimientos tradicionales que se han
ido transmitiendo de generación en generación.
En relación con los tránsitos, cualquier
movimiento en este sector indica algún cambio en la familia o en nuestra
relación con los miembros que la componen.
Nosotros nacemos dentro de un clan, y pertenecemos a él hasta nuestra
muerte, aunque nos alejemos.
Casa V: Representa
la quinta hora del día, es decir, cuando el Sol se encuentra en el sur-suroeste
y aún está alto (entra en la casa VIII).
En el ciclo diario representa la sobremesa, momento
que cada uno aprovecha para tomarse un respiro, ya que el sol aún es fuerte
para trabajar: unos hacen la siesta, otros charlan un rato, se dedican a sus
pasatiempos, leen o ven una película, otros hacen el amor, los niños van a
jugar con sus amigos, etc...
Simbólicamente es la época de la Adolescencia (18 a
24 años), cuando la persona comienza a tener una vida y unas relaciones
distintas de las cercanas y familiares, empieza a cambiar y encauzarse en una
dirección. Es el momento en que mayor
vida social se tiene, las amistades y los amoríos tienen mucha importancia
durante esta época.
Tradicionalmente se ha asociado esta casa a las actividades
recreativas, las aventuras amorosas, las obras o creaciones y los hijos.
Las actividades recreativas son aquellas que
realizamos para desconectar de las responsabilidades, y, cuando estamos a
gusto, donde damos rienda suelta a nuestra personalidad. Las aventuras amorosas, entendidas
como ligues o amoríos sin compromiso también se encuadran en este campo.
Las obras y los hijos son conceptos que
psicológicamente se tratan como equivalentes: el pasar un rato haciendo algo,
sea bricolaje, un cuadro, un vestido..., lo que sea pero con un matiz de
entretenimiento no de vocación o trabajo, o jugando con los niños nos ayuda a
expandirnos y pasar un buen rato. Los
hijos se pueden tener de dos maneras: por una decisión pensada y con una pareja
que se supone asentada, con lo cual se retrasa el momento de tenerlos; o en una
cierta efervescencia amorosa, cuando el amor nos empuja a tenerlos sin pensarlo
demasiado y cuando la relación de pareja todavía no está del todo
asentada. Antiguamente la gente se
casaba y tenía hijos inmediatamente, era el tiempo el que decía si la relación
entre las dos personas realmente funcionaba o no.
Este sector se refiere a cualquier actividad que se realice
por gusto o interés personal, pero que tenga el matiz de juego y que
estimule nuestra creatividad y expansión de uno mismo. El juego es un modo de enseñanza y
aprendizaje, ya que a través de él ensayamos respuestas y estrategias ante la
vida y el futuro, buscamos soluciones a los conflictos y nos reporta diversión,
entretenimiento y alegría. Representa
nuestras experiencias en el campo del ocio y del tiempo libre, es
decir, a la hora de proyectarnos y expresarnos libremente.
En el nivel de relación, este sector hace
referencia a nuestro trato con las visitas, los amigos o compañeros
de juegos, los niños o cualquier persona que tenga relación con
nuestros ratos de ocio.
Como parte del cuerpo, esta casa se refiere a
la zona pectoral.
En el nivel mental, hace referencia a nuestras
habilidades creadoras, es decir, aquellas desarrolladas por el método de
ensayo-error o por medio del juego, aquello que vamos
descubriendo y asimilando por comprobación personal de sus efectos.
En relación con los tránsitos, cualquier
movimiento en esta casa hace referencia a algún cambio en el campo de nuestros
intereses recreativos y de nuestra relación con las personas con las que
compartimos el tiempo de ocio.
Casa VI: Representa
la sexta hora del día.
En el ciclo diario simboliza el momento de salir a
trabajar, es decir, las tareas prácticas del día, cuando el sol está ya
bajo y hemos tenido un rato de ocio: en la vida de campo es llevar las vacas a
las fincas, regar el huerto, recoger plantas medicinales o para producir
tejidos, sembrar o cosechar, etc... En
definitiva, este sector se refiere a los deberes que debemos atender y
realizar en el día.
En los manuales se asocia esta casa al trabajo, la salud,
los animales domésticos y los trabajadores que realizan su labor para nosotros
(en los manuales antiguos con los esclavos).
Este sector hace referencia al trabajo que realizamos
para procurarnos un beneficio, un cuidado y una utilidad en nuestra
vida: sembramos y cosechamos para obtener alimentos, recogemos plantas
medicinales para recuperar nuestra salud, cosemos para tener ropa con la que
proteger nuestro cuerpo, etc... o trabajamos para ganar dinero con el que
procurarnos todas estas cosas.
Es en este marco donde debemos encuadrar el tema de la salud,
los animales domésticos y los asalariados. Hoy en día vemos la salud como algo que no
está en nuestras manos, pero desde siempre este tema ha formado parte de los
deberes cotidianos, recogiendo plantas o realizando productos que luego
pudieran servir en caso de necesidad. Unos conocimientos básicos sobre la salud
y las curas es un tipo de instrucción necesaria para la vida.
También entraría dentro de ente ámbito los estudios o
trabajos que realizamos para recabar instrucción: antiguamente se
mandaba a los hijos a estudiar o a trabajar en el taller de un maestro bajo la
condición de aprendiz, o comenzaban a trabajar con sus padres, para prepararlos
y que pudieran tener un medio de ganarse la vida
Extendiendo todos estos significados a la vida moderna, la
casa VI ha pasado a significar nuestras experiencias en el campo de la
instrucción, el trabajo y las tareas
domésticas, que ya no se realizan al caer el sol, pero que es el
principal medio que tenemos para obtener recursos con los que mantenernos. Igualmente los animales domésticos ya no se
utilizan para las labores agrícolas, pero se encuadran en este sector. Asimismo, el tema de la salud y de la ropa ya
no está en nuestras manos y conocimientos, sino que se ha traspasado a
instituciones médicas o de confección que se encargan de ello. Tampoco la instrucción se realiza hoy en día
de maestro a aprendiz, salvo en algunos casos, sino que vamos a institutos o
escuelas técnicas donde recibimos unas enseñanzas.
En el nivel de relación, este sector hace
referencia a nuestro trato con los profesionales que nos procurar unos
servicios (médicos, fontaneros, maestros, modistos....) y con los compañeros
con los que compartimos nuestro trabajo.
Como parte del cuerpo, esta casa se relaciona
con la zona abdominal.
En el nivel mental, hace referencia a la experiencia,
es decir aquello que vamos asimilando a fuerza de estudiarlo, realizarlo y
trabajarlo, de llevarlo a la práctica.
En relación con los tránsitos, cualquier
movimiento en esta casa indica cambios en nuestro trabajo o nuestra
instrucción, así como en nuestras relaciones con aquellas personas que forman
parte de estos sectores de nuestra vida.
Casa VII: Representa
la séptima hora del día.
En el ciclo diario es el momento de regresar a casa o
recogerse, así como el momento de charlar al final del día con las
personas que nos encontramos o vamos a ver y despedirnos hasta el día
siguiente, incluyendo el momento del cortejo.
Tradicionalmente se ha asociado
esta casa a la pareja y los enemigos declarados. Quizás esto se debe a que antiguamente era en
estos momentos sociales cuando se solía conocer y tratar a la futura pareja,
así como cuando nos encontramos gente con la que no siempre nos vamos a llevar
bien.
Sin embargo, yo extendería el
significado de esta casa a la vida
social, al trato que tenemos con otra persona de individuo a
individuo en un ambiente de reunión de gente, incluyendo en ese sector a los amigos
íntimos y los novios, pero no la pareja de convivencia, que se sitúa
en otro nivel más íntimo y menos social.
Los enemigos, declarados o no, habría que estudiarlos por los aspectos
entre los distintos factores de la carta, y no atendiendo exclusivamente a esta
casa.
En el nivel de relación, este sector hace
referencia a los amigos, novios o cualquier persona con la que se
tenga cierto trato personal.
Como parte del cuerpo, se refiere a la zona lumbar.
En el nivel mental, hace referencia a la influencia
social, a aquellos conocimientos y patrones de conducta que desarrollamos
debido a las experiencias y el trato que hemos tenido en la vida social.
En relación con los tránsitos, cualquier
movimiento en esta casa indica cambios en nuestra vida social.
Casa VIII: Representa
la octava hora del día.
En el ciclo diario, es el momento de realizar las últimas
tareas del día, como llevar hierba a las vacas en el establo u ordeñarlas,
y tras esto asearnos y reunirnos con otros un rato con los demás
esperando la hora de la cena.
La tradición ha asociado este sector al sexo, las sociedades
y las herencias.
El sexo a que se refiere este sector no se encuadra
dentro de las aventuras amorosas, sino al sexo de pareja.
Es también en este sentido donde se encuadraría cualquier
otra sociedad que formáramos con alguien, ya que se trata de planes
comunes; en una familia es el momento en que los distintos miembros llegan a
casa e intercambian los sucesos del día y hablan de las actuaciones
futuras.
En cuanto a las herencias, también son un tipo de
compromiso o sociedad, y posiblemente fuera el momento del día en el que el
futuro heredero debería visitar y atender los asuntos de la persona que le va a
dejar sus haberes en el futuro, o simplemente de pasar un rato charlando con
los viejos.
Este sector representa nuestras experiencias en los ratos
que pasamos íntimamente con otra persona con la que tenemos un plan en común,
es decir, a la hora de comprometernos y de compartir tiempo y recursos. Yo creo que esta sí es la casa de la
experiencia de pareja o matrimonio y de las sociedades, y no la
VII, es decir de nuestra vida con aquella persona con la que nos unimos para
formar una vida en común. Al caer el sol
y cuando la gente había terminado sus faenas diarias, era cuando los futuros
cónyuges se reunían y pasaban un rato juntos, fuera haciendo el amor o hablando
de distintos planes o temas.
En el nivel de relación, este sector hace
referencia a la pareja y los socios o gente con quien se convive
y con quien se comparte algo.
Como parte del cuerpo, se refiere a la zona pelviana.
En el nivel mental, hace referencia a los hábitos
de convivencia, es decir, aquello que aprendemos y adquirimos por nuestra
experiencia de compartir tiempo, espacio y recursos con otras personas.
En relación con los tránsitos, cualquier
movimiento en esta casa indica cambios en nuestras relaciones de compromiso.
Casa IX:
Representa la novena hora del día.
En el ciclo diario es el momento de reunirnos para la cena,
contar historias y hablar de cosas filosóficas (los banquetes en Grecia tenían
lugar a la hora de la cena).
Tradicionalmente se asocia esta casa con los extranjeros,
los viajes largos y la enseñanza superior.
Con los extranjeros se refiere a la gente de fuera o
ajena a la familia cotidiana: cuando recibimos una visita o nos encontramos a
alguien es corriente que le invitemos a cenar, reminiscencia de la antigua
obligación de dar posada al viajero. Estas personas solían traer historias y
enseñanzas distintas de nuestra vida cotidiana.
Los viajes largos se refiere a formar una vida propia
fuera de lo que hasta ese momento ha sido lo familiar y el ambiente
cotidiano. Quizás sea aquí donde hay que
encuadrar la enseñanza superior, entendida como especialización en algo que
nosotros decidimos: antiguamente la gente solía irse lejos para estudiar o para
iniciarse personal o laboralmente, fuera a casa de algún pariente o a una
ciudad extraña.
Este sector se refiere a todo lo que suponga adentrarnos o
tomar contacto con un ambiente y un tipo de vida distinto del habitual,
lo que nos va a reportar una enseñanza y unas ideas para ir labrando nuestra
vida.
En el nivel de relación, este sector hace
referencia a los extranjeros, parientes lejanos, o cualquier persona con
la que tengamos relación pero no forme parte de nuestro ambiente normal.
Como parte del cuerpo,
se refiere a la zona sacra y glútea.
En el nivel mental, hace referencia a las ideas,
es decir aquellas pautas o conductas que aprendemos e integramos en nosotros por
medio del contacto con personas extrañas a nuestro mundo, es decir que
importamos de culturas extranjeras.
En relación con los tránsitos, cualquier
movimiento en esta casa indica una ampliación de nuestra vida, sea por
creación, por viaje, por visita o por incorporación de algo.
Casa X: Representa
la décima hora del día, es decir, la medianoche.
En la vida diaria la casa X es el momento de leer el
periódico, ver la televisión o charlar e informarnos sobre los sucesos
que tienen lugar en la comunidad o sociedad, en el mundo en que
vivimos.
Tradicionalmente se ha asociado esta casa con la profesión,
las figuras de autoridad y los ancianos.
La palabra profesión no se refiere al trabajo que
realizamos para sobrevivir y procurarnos unos beneficios, sino que se refiere a
la labor social que llevamos a cabo.
En nuestra mente es muy complicado separar ambos conceptos, quizás
porque en nuestra sociedad el ciudadano corriente ya no tiene participación
visible en los organismos públicos y se limita a contribuir socialmente con su
trabajo, pero en sus orígenes trabajo y profesión tenían acepciones
distintas. La profesión era una labor
paralela al trabajo, la gente se reunía, probablemente después de cenar, para
debatir sobre las labores que era necesario llevar a cabo en la sociedad, pero
con el tiempo estos debates quedaron reservados para una élite que hoy en día
se ha convertido en la clase política.
Aún así, y aunque no nos lo parezca, siempre hacemos una pequeña contribución
a la sociedad en que vivimos cuando tenemos que tratar con un organismo
público, sea la oficina de empleo, los juzgados, la seguridad social, la
policía, hacienda, los colegios electorales, etc.... En esos momentos nos damos cuenta de que
estamos colectivizados, que vivimos en una sociedad estructurada a la cual
contribuimos, aunque hoy en día ya no con ideas (a no ser que se interponga un
recurso o sugerencia que sólo tiene el valor de reclamación), sino con recursos
económicos y votos. Otro caso es el del
ciudadano que pertenece a una asociación política o trabaja en un organismo
oficial, ya que esta persona sí que tienen una labor social visible y una mayor
participación en la sociedad.
Con las personas de autoridad se refiere a las
personas con las que tenemos que tratar en esos organismos públicos, desde el
jefe de gobierno hasta el administrativo de la ventanilla, ya que desde su
posición tienen la misión de hacer cumplir unas normas que se supone que han
sido dictadas por la sociedad en su conjunto y a las cuales todas estamos obligados.
Antiguamente, en las tribus, había un consejo de ancianos
que tomaba las últimas decisiones tras los debates, personas que ejercían una autoridad y fijaban
unas reglas más allá de las familiares o comunales. Hoy en día estos consejos sobreviven en el
senado, pero ya no tiene las mismas características.
Este sector se refiere a la estructura social en que nos ha
tocado vivir, el país y su sistema de gobierno y organización. También define la labor social con la que
vamos a contribuir a nuestra sociedad, aunque hoy en día casi nunca va a ser
directamente o en una labor visible, sino a través del trato indirecto con las estructuras
oficiales.
En el nivel de relación, este sector hace
referencia a cualquier persona garante de la estructura social, que
tenga cierta posición de autoridad hacia nosotros y con la que tenemos trato
por su labor en organismos públicos.
Como parte del cuerpo, se refiere a la zona de
la espalda, es decir aquella parte que nos sostiene.
En el nivel mental, hace referencia a las normas,
es decir aquellas pautas de conducta que asumimos a través de nuestro
acatamiento de compromisos y reglas fijadas en la sociedad en que hemos vivido.
En relación con los tránsitos, cualquier
movimiento en esta casa indica algún trato con organizaciones oficiales, o
alguna contribución o labor en la sociedad.
Casa XI: Representa
la undécima hora del día.
En la vida diaria la casa XI es el momento de dedicar tiempo
a la labor alternativa que tenemos entre manos y con la cual pensamos que estamos
contribuyendo a mejorar la vida de las personas, antes de irnos a
descansar.
Tradicionalmente se ha asociado esta casa con los grupos,
los amigos y los proyectos.
Los grupos hace referencia a aquellas asociaciones a
las cuales nos podemos afiliar para realizar aquello que nos interesa. Se refiere a organismos no gubernamentales,
es decir que están fuera de las instituciones públicas. Suelen ser asociaciones de diversos
tipos, pero con una connotación humanista: organizaciones humanitarias, de investigación,
obreras, de estudios alternativos, de padres.... En el momento en que pertenecemos a ellas
contribuimos a su mantenimiento por nuestra aportación, monetaria y de
colaboración.
Los amigos no hace referencia en esta casa a la gente
con la que salimos a divertirnos o con la que tenemos confianza, sino a las
personas que forman parte de nuestro grupo de intereses, es decir a los camaradas
o compañeros de asociación.
Los proyectos hacen referencia al objetivo que define
al grupo al que estamos afiliados.
Este sector hace referencia a los grupos no
gubernamentales que se engloban dentro de la sociedad en que vivimos. Estas asociaciones tienen una labor cívica y
realizan una labor necesaria para la sociedad, pero su función es social
y no política.
En el nivel de relación, este sector hace
referencia a los camaradas, cualquier persona que forma parte de
las asociaciones a que pertenecemos.
Si no estamos afiliados a ningún grupo se refiere a cualquier persona
que forme parte una asociación con la que tenemos que entrar en contacto.
Como parte del cuerpo, se refiere a la zona de
las piernas y las rodillas, es decir aquellas partes que nos
permiten mantener una posición erguida.
En el nivel mental, hace referencia a la ideología,
es decir aquellos pensamientos que defendemos y que creemos que tienen que
tener un sitio en la sociedad, y a cuya instauración o supervivencia vamos a
contribuir.
En relación con los tránsitos, cualquier
movimiento en esta casa indica algún trato con organizaciones no oficiales, o
alguna contribución o labor en una asociación.
Casa XII: Representa
la duodécima hora del día.
En la vida diaria es el momento de meditación o
reflexión del día y de irnos a dormir y descansar.
Tradicionalmente se ha asociado esta casa con lugares de
confinamiento: hospitales, conventos, prisiones, bibliotecas... Casi todas estas instituciones estaban antes
regentadas por órdenes religiosas.
Los hospitales eran lugares donde la gente iba a
recuperarse de los males importantes del cuerpo (no de las enfermedades
comunes), y si no lo conseguía a morir.
Los conventos son lugares de retiro espiritual, donde
la gente puede ir a recuperarse de los males del alma o contribuir con su vida
a la labor religiosa.
Las prisiones son lugares donde la gente debería
reflexionar y corregir los grandes errores que comete en su vida, en su origen
estarían pensadas como una especie de purgatorio o correccional del cual las
personas deberían salir reinsertadas.
Las bibliotecas eran lugares donde se guardaba todo
el saber del mundo, allí donde se podía acudir en busca de estudio para
comprender los grandes misterios de la vida.
También deberían incluirse aquí los templos o lugares
de oración, y las órdenes religiosas, es decir, aquellas instituciones
encargadas de la vida espiritual en las sociedades.
Este sector hace referencia a aquellas instituciones
que tienen un matiz religioso, aunque hoy en día muchas son estatales o
privadas, es decir, allí donde se pueden realizar trabajos de recuperación,
reajuste o preparación espiritual.
En el nivel de relación, este sector hace
referencia a cualquier persona relacionada con una institución de las
citadas anteriormente, es decir que tenga algo que ver con una labor de recuperación
o reinserción.
Como parte del cuerpo, se refiere a la zona de
los pies, es decir aquella parte sobre la que nos apoyamos.
En el nivel mental, hace referencia a la espiritualidad,
es decir nuestras creencias religiosas o comprensión de cómo se debe vivir la
vida, así como nuestras percepciones sobre la muerte o cualquier otro tema
relacionado con la temática espiritual.
En relación con los tránsitos, cualquier
movimiento en esta casa indica algún trato con organizaciones religiosas, o
alguna contribución o labor en instituciones relacionadas con este sector.
No hay comentarios:
Publicar un comentario