Las casas relacionan los acontecimientos celestes con las cuestiones terrenales, emplazando las energías planetarias en la vida de nuestro planeta, y con ello en la vida humana.
Todos los nacidos en un mismo día tienen, normalmente, los
planetas en los mismos signos, sin embargo, sus emplazamientos por casas varían
según la hora y el lugar de nacimiento.
Las casas son las esferas particulares de la vida de cada
persona donde se van a expresar los demás factores: un individuo puede
compartir con otro ciertos tipos de experiencias, pero si han nacido a distinta
hora, cada uno lo vivirá en distintas áreas de su vida.
Además de con unas cualidades intrínsecas, simbolizadas por
el emplazamiento de los planetas en los signos, nacemos e unas condiciones
ambientales y corporales que se suponen las adecuadas para desarrollar nuestra
identidad esencial.
Las casas muestran las condiciones de vida del individuo, se
encargan de enmarcar a la persona en su envoltorio físico y en el universo que
la rodea, así como en distintos grupos de personas o ambientes.
Los signos, planetas y aspectos que se hallan en una casa
simbolizan el tipo de entorno que nos vamos a encontrar en ese sector de la
vida, y el cual es necesario para nuestro desarrollo vital. Los distintos contextos sociales en que se
mueve la persona y las distintas partes de nuestro organismo son lo que
representan las casas en un horóscopo.
Los planetas muestran qué sucede, los signos
cómo sucede, las casas dónde sucede y los aspectos cómo lo encaramos. Otra lectura más psicológica es ver los planetas
como las capacidades que debemos desarrollar, los signos como las
cualidades que debemos desplegar, las casas como los ámbitos de la vida
en que debemos hacerlo, y los aspectos como las actitudes que debemos
adoptar.
Un planeta en una casa indica el área de la
vida que se va a activar para desarrollar la función representada por
aquel. El signo indicará las
cualidades míticas que tendrá esa área, y por tanto aquello que vamos a
desarrollar con el planeta. Por ejemplo,
el Sol en XII representa la necesidad de “encerrarnos” en sitios que nos
aíslen de la vida cotidiana (bibliotecas, museos, conventos, cárceles....: XII)
para desarrollar nuestra identidad (Sol).
En Acuario: en esos sitios podríamos hallar un ambiente liberal,
y con ello desarrollar en nosotros la libertad.
Las energías de un planeta se expresan en las
actividades y experiencias relacionadas con la casa en que está
situado. Cuantos más planetas haya en
una casa, más atención prestaremos a ese campo de nuestra existencia. Es importante que las personas cultiven las
esferas de la vida ocupadas por los planetas.
La fuerza de los planetas en una casa es mayor cuanto
más cerca estén de la cúspide y menor cuanto más alejado esté de
la misma. Los planetas situados en una casa, pero que forman conjunción con la
cúspide de la casa siguiente, tienen una gran influencia en el área
correspondiente a esta última. Aunque
técnicamente se encuentran en la casa anterior, su actividad se extiende a la
posterior.
Los signos contenidos en una casa,
especialmente el de la cúspide, y en menor medida el resto, marcan las
características concretas que las experiencias de esos ámbitos pueden
tener. Son las cualidades que
nosotros vamos a ver, y por tanto vamos a absorber, del ambiente que nos rodea
en cada área de la vida. Estas
características van a definir “quienes somos”, no “lo que somos”, que viene
definido por el emplazamiento por signo de los planetas. Géminis en X: la profesión tendrá algo
que ver con el mundo del intercambio o la comunicación.
Una casa puede incluir un signo, dos o tres, según haya
signos interceptados o no. Lo normal es
que abarque dos signos, lo que simboliza que habitualmente en cada
ámbito de la vida tenemos dos formas de experiencias. Se considera que tiene mayor influencia el
signo de la cúspide, pero el otro también juega un papel.
A la hora de interpretar es mejor empezar por las casas que
contienen planetas y luego seguir por las casas vacías relacionándolas
con sus regentes. El regente de
una casa es el planeta que rige el signo de la cúspide, y en menor medida el
regente de cualquier signo que se encuentre contenido en ella. La labor de los regentes es relacionar
campos de la vida.
Lo primero es relacionar el regente de una casa con
la casa donde físicamente se encuentra.
La casa donde está ubicado es donde comienza la actividad, es
decir, que es el origen de los sucesos en la otra casa. Regente de X en XII: la profesión
puede haberse originado o forjado en un sitio retirado del mundanal ruido.
Regente de VII en V: El área de las amistades
personales puede tener su origen en el ámbito de las actividades recreativas.
Un planeta, además de tener su ámbito de actuación en la
casa en que se emplaza, extiende su influencia a las casas que rige. Si se comprueba que una clase de actividad
(planeta en una casa) se asocia ordinariamente a otra clase de actividad (casa
que rige) debe haber algo común subyacente a ambas. Por
ejemplo, una persona puede tener una vida fácil y cómoda en el ambiente
familiar (Venus bien aspectado en II) y también tener una facilidad para tener
trabajos fáciles y cómodos (Venus regente de X).
También hay que relacionar el regente con el signo
donde se encuentra, pero esta cualidad es secundaria a la del signo en la
cúspide o contenido en la casa, únicamente la matiza. Regente de X en Leo: esa profesión
tendrá un matiz creativo.
Regente de VII en Aries: las relaciones personales
tendrán un matiz individualista.
Los aspectos que realizan o reciben los planetas
situados en una casa, muestran el enfoque y la actitud que un individuo
va a tener ante las experiencias relacionadas con esa área de su
vida.
EXCELENTE
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