Signos positivos y negativos

La energía vital se divide simbólicamente en 12 fuerzas, 6 de las cuales representan diferentes facetas de la energía masculina y las otras 6 diferentes facetas de la energía femenina.  El universo se creó gracias a dos fuerzas, una de expansión que hizo que la materia prima o nube de gas y polvo se esparciera, y otra de condensación o fuerza de la gravedad, que hizo que las partículas se fueran juntando y creando los distintos cuerpos.

Los arquetipos masculinos representan aspectos emisores y creativos, mientras que los femeninos representan aspectos receptivos y conservadores de la vida.  Lo femenino o negativo, y lo masculino o positivo simbolizan las dos fuerzas básicas y complementarias necesarias para la existencia y la supervivencia: la expansión, necesaria para el nacimiento y la creación, y la condensación, necesaria para la permanencia y la conservación.

En el zodíaco los signos masculinos y femeninos se van alternando, como si después del trabajo de uno, el otro debiera aportar el suyo.  Empezando por Aries, que es masculino, sigue Tauro, que es femenino, Géminis, masculino, Cáncer, femenino, Leo, masculino, Virgo, femenino, Libra, masculino, Escorpio, femenino, Sagitario, masculino, Capricornio, femenino, Acuario, masculino, y Piscis, femenino.  La secuencia comienza por un signo masculino y se cierra con uno femenino.

Estudiando el predominio de unos u otros signos en la carta, nos hacemos una idea de hacia qué misión va a ir encaminada la vida de la persona.

Lo energía masculina contribuye a la vida con creaciones e innovaciones, su misión es la realización y creación de obras para que la vida se desarrolle y evolucione. Psicológicamente da una tendencia a la independencia, ya que cierto grado de esta es necesario para poder avanzar en el camino de la existencia.

En el mito, lo masculino se simboliza con la figura del Padre creador y legislador.  Sus funciones están relacionadas con dar nueva vida, abrir nuevos caminos y brindar apoyos para descubrir y avanzar en la existencia.  Sus capacidades están dirigidas a procurar una mayor autonomía, conocimiento e independencia, pero también a enseñar las leyes universales que el ser debe respetar en el desarrollo individual.

Lo energía femenina contribuye a la vida garantizando la subsistencia y los cuidados necesarios para la supervivencia.  Su misión es mantener la vida que ya existe, guardando las tradiciones y lo ya aprendido, así como desarrollar los lazos de convivencia entre los miembros de las comunidades, ya que la unión permite ser más fuertes ante las amenazas.

Psicológicamente da una tendencia a la convivencia, ya que las relaciones y los compromisos también son necesarios para el mantenimiento de la existencia.

En el mito lo femenino se simboliza con la imagen de La Madre, que cuida y amamanta a sus crías. Sus funciones son protectoras, brindando cuidado, apoyo y amor, y, de esta manera aportar un sentimiento de seguridad, tanto física como emocionalmente.  Sus capacidades están dirigidas a procurar asentamiento y arraigo en la existencia, y sus obras a desarrollar una mayor comodidad y bienestar en la vida.